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Chipre se queja de fraude en el etiquetado

Rusia no será autosuficiente hasta dentro de unos años

Mientras los productos de los países vetados aparecen con frecuencia en el mercado ruso tras atravesar Bielorrusia o Kazajistán, Europa también está lidiando con el fraude en las etiquetas que especifican el país de origen. Los productores chipriotas se quejan de que se comercializa producto extranjero como si fuera nacional. Los bajos precios provocados por el boicot podrían tener un mayor efecto sobre la economía europea de lo que se había pensado; los precios a la baja de los alimentos pueden hacer bajar la inflación. Los planes rusos de autosuficiencia no son alcanzables a corto plazo; hasta que los volúmenes sean suficientes para satisfacer la demanda nacional habrán pasado años.

Rusia no será autosuficiente durante un tiempo
La compañía rusa Tekhnologii Rosta ha descrito algunos escenarios que podrían ser resultado del boicot. Los productores nacionales no solo dejarán que sus volúmenes crezcan, sino que también conseguirán mejores precios por sus productos. Para una parte del producto agrícola, el incremento de precio parece inevitable; según las expectativas, los precios subirán entre el 5 y el 20% para final de año. Además, la calidad del producto de importación será menor y será necesaria mucha inversión para mantener el suministro interno del país a un nivel adecuado.

Todavía más interesante es la imagen que Tekhnologii Rosta dibuja sobre las posibilidades y el tiempo que le costará a Rusia ser autosuficiente. Este deseo se repite con frecuencia en entrevistas y charlas de Medvédev y Putin, pero los volúmenes de verduras no aumentarán hasta principios de 2015. Para la fruta de hueso, los volúmenes se espera que crezcan significativamente en el periodo 2018-2020, para las manzanas y las peras habrá que esperar a 2020-2023.

En cuanto a las verduras de invernadero, Rusia podrá ser autosuficiente entre 2015-2030, aunque serán necesarias inversiones significativas. Para este tipo de cultivo, el país seguirá siendo dependiente de las semillas y las técnicas de los Países Bajos, Francia o Alemania.

Desde noviembre-diciembre en adelante, se espera que los primeros grandes efectos en los precios empiecen a notarse, pero el pico se dará entre febrero y mayo. Según Tekhnologii Rosta, existe una gran posibilidad de que los rusos levanten el veto en enero o febrero.

Chipre, nacional o no nacional

Para protestar en contra del etiquetado de la fruta y la verdura importadas como si fueran nacionales, los productores chipriotas han entregado fruta a los miembros del Parlamento. El ministro de Agricultura ha dicho que pretende emprender acciones firmes contra la práctica. El Gobierno ha enfatizado que los productores no están en contra del producto agrícola importado en sí mismo, sino contra el etiquetado engañoso que confunde al consumidor. Los productos agrícolas chipriotas sufren por esta práctica, porque permanecen más tiempo en las estanterías y su reputación se resiente. Los productores de cítricos de la isla lo están pasando especialmente mal a causa del boicot.

El boicot tiene un gran efecto sobre la economía europea

Los problemas económicos de la UE han empeorado con el veto ruso. Las pérdidas de 5.100 millones de euros en exportación están poniendo los precios bajo presión; precios que ya estaban bajo presión en la UE, por lo que el problema sólo ha empeorado. En agosto, la inflación en la UE era del 0,3%, bastante por debajo del 2% que busca el BCE. Según el economista James Nixon, los precios a la baja de los alimentos tendrán un efecto mayor sobre la baja inflación. Los efectos del veto se espera que sean más pronunciados en los países que no exportan mucho; por ejemplo, los productores alemanes de manzanas, que no exportan demasiado, se enfrentan a la competencia de las manzanas polacas.

Los comerciantes vietnamitas, no del todo convencidos

Hace poco, Rusia anunció que mejoraría las relaciones comerciales con Vietnam, pero los exportadores vietnamitas todavía no están haciendo cola. La distancia entre los países es demasiado grande, los impuestos son altos y los vietnamitas temen los estrictos requisitos fitosanitarios de los rusos. Aunque el número de compañías que hace negocios con Rusia está aumentando y los rusos están dispuestos a relajar las normativas, hay ejemplos pasados de cargas que no obtuvieron el permiso para entrar en el país.
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