Según un productor de Calabria, el rendimiento debería ser similar al del año pasado, quizá algo menor. "En la llanura de Sibari se ha dado un ligero descenso de la superficie cultivada, que cada vez más se dedican a cultivares como Hernandina, Caffin e Clemenrubi".
A los productores les preocupa la bajada de precio, especialmente debido a que los costes de producción aumentan año tras año. "No creo que el veto ruso sea el principal problema, la bajada de precios se debe a que los consumidores ganan mucho menos y no disponen de dinero suficiente para comprar cítricos. Ahora tienden a comprar una o dos bolsas de 0,60 euros cada una".
Los mercados de destino son principalmente los del norte de Italia y de Véneto y la Emilia-Romaña. "Solo exportamos muy poco producto en comparación con España, pero estamos creciendo en Europa continental".