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Hein Deprez, a favor de introducir un impuesto sobre las grasas y el azúcar

Es casi imposible construir una marca en el sector hortofrutícola

Durante el Primer Debate Nacional Belga sobre Alimentación, Hein Deprez, de Univeg y Greenyard Foods, comenzó su charla con algunos datos. “Producir frutas y verduras es la forma de producción alimentaria más sostenible del mundo. No hay otro producto de consumo que se pueda producir de forma más sostenible que los productos hortofrutícolas. Para poner un ejemplo: para producir 1 kilo de tomates se necesitan 150 litros de agua. Para producir 1 kilo de carne se necesitan 15.000 litros de agua. Otro ejemplo: hoy en día podemos producir 700.000 kilos de tomates de alta calidad en 1 hectárea. Si quisiéramos 700.000 kilos de carne, necesitaríamos 1.000 hectáreas”.

Acabar con la mala percepción de los invernaderos
“Los invernaderos modernos son un proveedor de energía neta para el futuro, no un consumidor de energía, como muchos todavía los perciben. Las compañías hortícolas proveerán de energía neta a la sociedad. Esta realidad no es reconocida ni conocida por los consumidores. No hablamos de estas cosas lo suficientemente a menudo. ¿Cómo podemos trabajar en ello? ¿Qué necesitamos para generar la percepción correcta?”. El experto también habló sobre el efecto invernadero. “Es un gran problema en el mundo. Nosotros cultivamos tomates en un ‘invernadero’. Entonces, el consumidor entonces relaciona el invernadero con algo poco saludable y peligroso para la vida. Tenemos que acabar con esta percepción. Tenemos que hacer entender que los invernaderos son sostenibles”.



Competir contra los P&G del mundo
“Sabemos a ciencia cierta que las frutas y las verduras son muy saludables. Todo el mundo está de acuerdo en eso. Todos los días lo afirman diversas fuentes. Hay mucha diversidad de frutas y verduras que nos aportan las vitaminas y los minerales necesarios para nuestros organismos. Sin embargo, la realidad es que en el mundo actual, el consumo de frutas y verduras ha caído entre el 5 y el 10% en los últimos diez años. A veces, las frutas y las verduras se usan más como decoración en la mesa que como algo que consumir. O nos olvidamos de enseñar a nuestros hijos que si hay una mancha en la manzana se puede retirar esa parte y comer el resto. La concienciación crece poco a poco y esto es positivo, pero el consumo sigue bajando. ¿Por qué? Una respuesta importante es que tenemos que luchar contra los productos de las grandes multinacionales de alimentación. Los productos de los Unilevers, Danones, Nestlé's y los Procter and Gambles de este mundo. Un niño de solo dos años puede abrir un envoltorio de plástico sin problemas y sabe perfectamente bien lo que hay dentro: algo dulce o algo salado. Conoce el producto de antemano. Las grasas también son muy interesantes, es un placer comerlas. Hace unos años tuve un debate con Frank Riboud, antiguo director ejecutivo de Danone. A él le interesaba trabajar juntos, por ejemplo, bajando el nivel de azúcar de sus productos. ‘Pero’, me dijo, ‘danos entre diez y veinte años. Nos ha costado entre treinta y cuarenta años hacer que nuestros clientes se hicieran adictos a nuestros productos. Si ponemos el tipo de azúcar que se usaba hace cuarenta años, el consumo se desplomará, así que danos la oportunidad de esperar a que nuestros clientes pierdan poco a poco su adicción’”.

La salud: algo por lo que preocuparse después
“Todavía seguimos comiendo productos poco saludables”, continúa. “Hay algo que nos sigue empujando hacia lo dulce, lo salado y lo graso. Ese placer a corto plazo es algo que se experimenta inmediatamente y es un beneficio añadido para el consumidor. Sin embargo, no vemos salud a años vista. No es tangible, así que es algo por lo que preocuparse más tarde. Hoy me siento bien, así que sigo consumiendo. Es extremadamente difícil cambiar la forma de pensar de la gente. También es un gran reto convencer a las personas de que no solo se están haciendo daño a sí mismas, sino que también se lo hacen a la sociedad. La sociedad está pagando la factura del futuro. ¿Seguirá pudiendo pagarla más adelante?”.

Sin marca
“También me he dado cuenta de que los grandes productores tienen un arma importante: el poder de los medios. Creo que esta es la principal razón de su continuado (y creciente) éxito en la venta de alimentos no saludables”. Hein imagina a la gente preguntando por qué no se hace lo mismo con las frutas y las verduras. “Eso es algo sobre lo que he pensado todos los días desde hace entre veinticinco y treinta años. ¿Cómo podemos promocionar nuestro producto? ¿Qué publicitamos? ¿Qué frutas y verduras? ¿Cómo financiamos un presupuesto de publicidad si no sabemos si los consumidores consumirán nuestras frutas y verduras? No tenemos marca. No podemos identificar nuestro producto. Necesitamos ayuda del Gobierno. Es la única forma correcta de promocionar las frutas y las verduras en general. El marketing dirigido tan solo puede hacerse cuando tienes una marca”.

Según Hein, no conocemos muchas marcas de frutas y verduras. “Unas pocas, como Chiquita y Pink Lady, son conocidas por la mayoría de la gente, pero aparte de esas, es difícil. Chiquita suministra bananas durante todo el año desde un emplazamiento. Tiene calidad y estabilidad constantes. Así es como se construye una marca. Sin eso, es casi imposible hacerlo. Es lo que tiene, por ejemplo, McDonald’s. Ahí no hay sorpresas. Los consumidores han sido adoctrinados a través de los anuncios para saber que el producto que se vende siempre es el mismo. Pero la naturaleza no es constante, es diversa. Normalmente, una persona debería poder disfrutar de la diversidad y la variedad, pero hemos desaprendido a hacerlo. Por eso es tan difícil construir una marca en el sector hortofrutícola. La uniformidad y la estandarización de los ingredientes le ha lavado el cerebro a los consumidores. La diversidad es necesaria para una vida saludable y previene la obesidad”.

Impuesto sobre las grasas y el azúcar
“La industria alimentaria también ha provocado emisiones masivas de CO2 y una gran polución, aspectos que no se han tenido en cuenta en el precio. Muchos productos se producen con sustitutos como el azúcar. Además de eso, crean una cantidad enorme de daño a la sociedad, al futuro. Crean una gran paradoja nutricional. La obesidad va de la mano de la malnutrición. La malnutrición sucede cuando tu cuerpo no obtiene los nutrientes básicos que necesita. Creo que tenemos que convencer al Gobierno de promulgar el impuesto sobre la grasa y el azúcar lo antes posible. Es un principio básico del costo. La parte que genera el costo debe hacerse responsable de él. El Gobierno debe regular esto y podría hacerlo con un impuesto. Los fondos generados por este impuesto deberían usarse para crear un cambio en la mentalidad del consumidor. Los beneficios deberían usarse para la provisión de una dieta saludable basada en frutas y verduras. A continuación, la pirámide alimentaria debería cambiarse para que su base fueran las frutas y las verduras. Cambiémoslo. No hablemos de otro modo de la alimentación saludable y enseñemos a nuestros jóvenes. Tenemos que lavar el cerebro de nuestros jóvenes. La alimentación saludable es un estilo de vida que crea una gran calidad de vida a largo plazo. Los jóvenes de hoy en día son los generadores de las leyes del mañana. No invirtamos energía en los mayores que ya tienen los hábitos muy arraigados; ¡invirtamos en los jóvenes!”.
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