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Países Bajos: Los precios de los pepinos suben considerablemente

Los precios de los pepinos han aumentado mucho y se han llegado a doblaren la última semana tanto en el mercado libre como en el mercado de mediación. Las causas se atribuyen a la expiración de los contratos anuales, a una menor superficie de cultivo, al bajo precio comercial y al pequeño suministro español. “Esperamos que estén a un euro la semana que viene en los supermercados”, afirma el productor Willem Doorn.

El precio comercial de los pepinos era de 15 céntimos hace catorce días y se dobló la semana pasada para ir hacia los 40. La oferta neerlandesa es baja porque muchos cultivos acabaron temprano y una gran cantidad de compañías se vieron obligadas a parar. Dado el suministro esperado desde España, hay poco comercio en marcha; la oferta española todavía es baja. “Ellos todavía no pueden poner en marcha ningún programa”, explica Willem Doorn, que hace su propio marketing para Best of Four. Esto ha dado como resultado una alta demanda en el mercado libre y, por tanto, una brusca subida de precios: hasta 75 céntimos en los Países Bajos y más de 1 euro en Bélgica.

¿Se mantendrá el precio a este nivel? Eso dependerá, en parte, de los minoristas y, en particular, de los establecimientos de descuento, que suelen decidir precios. “Espero que estén a un euro en los supermercados la semana que viene”, comenta Doorn, pero según el productor no es una situación ideal. “Este tipo de circunstancias extremas nunca son buenas. Es bueno para los productores porque el agujero en el presupuesto de ingresos puede ser algo menor, pero el agujero sigue ahí. Además, hay muchos contratos flojos de los que muchos productores todavía no han sacado provecho”. A causa del alto precio en la tienda, se vende menos. “Hasta ahora el minorista no ha pagado este precio alto, es el comerciante, en particular, el que lo tiene que suministrar al precio acordado”.

La temporada neerlandesa está ahora en las últimas. A fin de cuentas, el precio ha sido malo, también teniendo en cuenta el boicot ruso, pero la calidad se ha mantenido bastante bien. “Aquí y allá se encuentra sarro y problemas de necrosis en melones, pero la incidencia no es elevada”. También se encuentra mildiú, pero no es algo nuevo. “Es sobre todo en las compañías que tienen grandes aguaceros sobre sus invernaderos que no pueden procesarlos suficientemente rápido”.
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