Hace algún tiempo, unos científicos desenterraron un pozo lleno de peras secas y no ha sido hasta este año cuando un examen experto ha confirmado su autenticidad y su edad. Las peras tienen un tamaño de entre 2 y 3 centímetros de diámetro. Los expertos sugieren que los antiguos secaban la fruta a propósito para consumirla como un dulce.
Este descubrimiento ha contribuido a que los arqueólogos lleguen a la conclusión de que el clima y la vegetación en la zona de Adiguesia no ha cambiado demasiado con el paso de los años. Los antiguos huertos circasianos son una de las principales atracciones para los turistas en Adiguesia. Los locales opinan que una variedad de sus peras, la bergamota circasiana, debería convertirse en símbolo de su república.