La Comisión Europea decidió por sorpresa en una reunión sobre el presupuesto de 2015, el pasado 15 de octubre, que los 344 millones de euros para financiar las medidas de ayuda destinadas a compensar a los productores afectados por el veto ruso se financiarán con cargo a la reserva de crisis, según fuentes europeas.
Esto significa que, de cara al próximo año, la reserva sólo contará con 88 millones de euros, ya que el instrumento dispone de un presupuesto anual de 432 millones. Sin embargo, el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, había dejado claro en reiteradas ocasiones que confiaba en utilizar los fondos del presupuesto europeo para financiar esas medidas, pese a lo cual la CE acordó al final recurrir a la reserva de crisis, un problema que deja a su ssucesor, que tomará posesión de su cargo en noviembre.
No obstante, cualquier decisión necesita del respaldo del Consejo y el Parlamento Europeo, que abordará este asunto coincidiendo con las discusiones sobre el cierre del presupuesto comunitario para 2015.
Oposición a que se recurra a este fondo de emergencia
Por su parte, la eurodiputada socialista y vicepresidenta de la Comisión de Agricultura, Clara Aguilera, ha mostrado su profunda preocupación al conocer que la Comisión va a rectificar la estimación de las necesidades y los créditos para los gastos agrícolas en los próximos presupuestos europeos para 2015, proponiendo que el dinero para recompensar las pérdidas del embargo ruso se obtenga del fondo de reserva para crisis.
"Vamos a pelear fuerte para que este disparate no se consume", ha declarado Aguilera, que se ha preguntado qué pasaría si el próximo año ocurre alguna crisis agrícola y el fondo está vacío. "La Comisión debe buscar el dinero de aquellas partidas que se contemplen para ello y no castigar a un sector que ya ha sufrido enormes pérdidas. El castigo sería doble, y no lo vamos a permitir", ha finalizado.
El Magrama se centra más en buscar nuevos mercados
En este debate, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, ha planteado también las repercusiones y medidas adoptadas frente al veto ruso a los productos agroalimentarios de la Unión Europea.
“Seguimos trabajando activamente en la apertura de nuevos mercados”, ha señalado Cabanas, desde el Departamento. Para ello ha recordado que se cuenta con los Grupos Sectoriales para la Internacionalización del Sector Agroalimentario, donde se coordinan las administraciones competentes con los diferentes sectores.
También se analizan los mercados abiertos para cada producto, los expedientes que están en negociaciones con países terceros y se revisan los mercados más importantes para detectar nuevas oportunidades.
Todo ello mientras se insta a la Comisión para que intensifique los trabajos y contactos en las negociaciones bilaterales que dependen directamente de la Unión Europea.
Fuente: agroinformacion.com