“El verano ha sido caluroso pero estable, sin cambios bruscos de temperatura durante el día, que es lo que puede estresar a las plantas. Mientras tanto, el otoño está siendo idílico en cuanto a condiciones climáticas se refiere y esperamos empezar nuestra campaña de exportación con altos estándares de calidad, tanto en tomate como en pepino,” comenta Jota Cabrera Bonny, gerente de exportación de SAT Juliano BONNY Gómez.
Por lo que respecta al pepino, la zafra empieza ahora con un contexto de precios normales en el mercado para esta época del año tras haberse regularizado las altas cotizaciones de las semanas 40, 41 y 42, en las que se llegó a pagar entre los 11 y 14€ la caja en los Países Bajos, derivado de un hueco importante de producción en toda Europa.“Éste es un momento en el que terminan las producciones de los Países Bajos, Alemania, Finlandia y Reino Unido, entre otros, y en el que Almería está empezando a aumentar sus volúmenes de exportación. Ahora entraremos nosotros compitiendo con estas últimas producciones locales, a las que dichos países suelen dar preferencia, tratando de liquidar los últimos kilos al precio que sea”, explica.
En tomate, los precios son relativamente más bajos por esta transición entre producto español y europeo. “En los Países Bajos por ejemplo, maduran ahora los últimos tomates con etanol y alargan al máximo su campaña, aunque sea a precios bajos”.
En cuanto a las posibles afectaciones por el veto ruso, Jota Cabrera señala que la situación es todavía de absoluta incertidumbre para estos productos ahora que empieza la zafra. “Lo que sí sabemos es que este verano tanto los precios del pepino como del tomate han sido más altos, contrariamente a lo que se pueda decir”.
“Seguiremos teniendo competencia de Marruecos y Turquía en tomate, aunque éstos tengan más oportunidades en Rusia. Igualmente, hay que ir teniendo en cuenta a Egpito, quien después de los conflictos de la primavera árabe hace un par de años está aumentando sus volúmenes de exportación de tomate”, añade.
El coste del transporte es el principal escollo para los exportadores canarios, teniendo en cuenta que tratan con productos perecederos, sobretodo en el caso del pepino. “Si nos comparamos con los exportadores españoles peninsulares tenemos una clara desventaja, ya que si quisiéramos realizar transporte por carretera tardaríamos tres días hasta llegar al primero en barco hasta el puerto de Algeciras”, indica Jota Cabrera.
SAT Bonny realiza dos viajes marítimos semanales, los lunes y los jueves, hacia el puerto de Rotterdam, desde donde parten los envíos a toda Europa incluida Escandinavia; y también a Southampton, distribuyendo en el Reino Unido e Irlanda. La duración del viaje es de 5 días.
"El transporte marítimo es nuestra única salida y es muy costosa. En los últimos años los precios de fletamiento están estables aunque con un ligera tendencia al alza. Por lo que respecta al precio del combustible, en estos momentos han bajado aunque éstos pueden oscilar mucho a lo largo de la campaña".
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