De hecho, cada limón de Serbia ha sido rociado con imazalil, que puede ser cancerígeno. "El polémico plaguicida está autorizado para su uso y se rocía sobre la piel para que no se desarrolle nada y se mantenga fresca más tiempo. El imazalil se mantiene mayormente en la piel y es obligatorio indicar a la hora de la venta que la piel no debe consumirse. Esto no es nada nuevo y los limones, las naranjas y las mandarinas llevan mucho tiempo rociándose con este plaguicida. No se encuentra en el grupo de las sustancias de alta toxicidad, ni tampoco ocurre nada si lo consumimos", asegura Vesna Pantic Palibrk, responsable de la Unidad de Control de Seguridad Alimentaria de Belgrado, y apunta que su uso frecuente incrementa el riesgo de sufrir cáncer.
El Ministerio de Agricultura no ha proporcionado una respuesta convincente a la cuestión de cuánto fungicida peligroso contiene la piel del limón, y la ministra de Agricultura, Snezana Bogosavljevic Boskovic, no ha tenido tiempo durante días para hablar de este tema. Lo único que se sabe por el Ministerio es que todo está bajo control, que la fruta importada es analizada regularmente y que el porcentaje más alto de imazalil en la fruta es un 0,05.
Sin embargo, el personal de la publicación Blic compró un kilo de limones en un mercado de Belgrado que venían con la indicación de que la piel no se podía consumir. El resultado del laboratorio del Instituto de Salud Pública de Belgrado mostró un contenido de 3,082 miligramos de imazalil por kilo. Esto confirma las sospechas de que el Ministerio de Agricultura, para apaciguar al público y a los mercados y justificar las (inexistentes) inspecciones, anuncia un porcentaje insignificante de este plaguicida, el cual, según los expertos, puede dañar el hígado, el sistema nervioso y al feto.
Afortunadamente, esta cantidad es menor que el máximo establecido de 5 miligramos, pero, como advierte la doctora Vesna Pantic Palibr, la piel no debe consumirse. "La piel no se puede consumir, como dice la etiqueta. Tenemos que aprender a localizar las etiquetas, leerlas y actuar en consonancia con lo que indican", dice. Aunque los expertos recomiendan lavarse concienzudamente las manos después de exprimir el limón, la piel no se puede emplear en pasteles ni platos, y lo mismo ocurre con las naranjas. El Ministerio de Agricultura ha instado a "los medios, las asociaciones y los particulares" a que "no hagan cundir el pánico" y "no perturben la estabilidad en el campo del control de la seguridad alimentaria".