"Además, sus cotizaciones son mucho más bajas que las nuestras, pero, por suerte, no nos afectarán durante esta primera fase. Debemos mantener nuestra posición y verificar las tendencias de consumo globales. De hecho, los kiwis se venden en más de cien países, un aspecto fundamental, especialmente para la segunda parte de la campaña, pues las campañas chilena y neozelandesa han acabado temprano".
"Los mercados asiáticos, China en particular, están creciendo mucho, así que somos optimistas. El producto italiano siempre llama la atención de los compradores, especialmente gracias a que la tasa de cambio euro/dólar nos favorece".
En cuanto al veto ruso y las medidas de la Comunidad, Salvi opina que "el intento de la Comunidad por ayudar al sector no es suficiente y algunas de las medidas para eliminar el exceso de fruta no son viables en Italia. Lo único que podemos hacer es cosechar el producto y almacenarlo, y esperar que la segunda parte de la campaña sea mejor".
"Es evidente que Putin va a continuar con la misma estrategia y estamos lejos de llegar a una solución. Además, dado que el Gobierno ruso se está volviendo más cauteloso, aquellos países que nos han ayudado con el comercio triangular también están notando la presión", concluye Salvi.