De la semana 43 a la 45, el kaki de la variedad Rojo Brillante, la predominante hoy en día, ha pasado de cotizar alrededor de los 0,70 euros el kilo en origen a 0,44 euros el kilo, según datos consultados en el Observatorio de Precios Agroalimentarios de la Comunidad Valenciana, principal zona productora de este kaki en España. No obstante, de acuerdo con el presidente de la Asociación Española del Kaki, Vicente Masià, “la demanda está empezando a reactivarse”.Entre otros motivos, los precios están influenciados por la abundancia general de calibres pequeños debido a la sequía durante el proceso de formación de la fruta, así como por los mayores volúmenes de fruta de segundas categorías por la influencia de las granizadas en verano e inicios de campaña.
“Rusia es un mercado en el que pueden colocarse kakis de calibre pequeño sin problemas, pero con la prohibitiva de exportar a este país, los mercados tradicionales se han copado de fruta pequeña y los precios se han resentido”, explica Vicente Masià. De todos modos, “hay que señalar que Rusia es un mercado cuya demanda cobraba más importancia partir del mes de enero”, añade.
En palabras de Masià, “en estos momentos de la temporada, la fruta reúne cada vez mejores condiciones para ser almacenada en las cámaras, por lo que los comercializadores pueden ralentizar la salida de producto al mercado y vender con menos presión durante el resto de la campaña, aprovechando que a partir de estas semanas se espera que la demanda se reactive a medida que bajen las temperaturas”.
De la misma manera, a partir de estas fechas el kaki ya es apto para enviarlo a mercados lejanos, donde este año, debido al veto ruso, “prevemos que se incrementarán los envíos de contenedores de kaki a países extracomunitarios como Estados Unidos, Canadá o Brasil, así como a mercados asiáticos y de Oriente Próximo”, afirma.