La subida de precios se ha atribuido a la escasez de cosecha local, la interrupción de las importaciones provenientes de Turquía a través de Siria, asolada por la guerra, y al arresto de los comerciantes de este producto inmigrantes.
“Desde hace más de dos semanas los tomates están fuera del alcance los consumidores normales”, afirma Richard Ada, un inmigrante filipino.
Este es un tema preocupante para Shaikh Rahmatullah, inmigrante indio.
Los comerciantes del mercado de verduras de Sharafiyah explican a Arab News que no están almacenando tomates porque hay pocos clientes. Otros dicen que quieren deshacerse del producto, pero que esto no ha hecho que los precios caigan. Explican que las amas de casa se niegan a comprar a esos precios tan altos.
Los comerciantes del mercado de verduras central afirman que los precios seguirán altos los próximos días hasta que llegue la cosecha de producción local. “Estamos esperando la cosecha de Al-Kharj, cerca de Riad. Los precios no empezarán a bajar hasta entonces”, explica un ejecutivo de negocios egipcio.
El ejecutivo asegura que la mayoría de los minoristas, incluidos los supermercados líderes, están sacando partido de la situación y subiendo los precios.
Hay tomates de cosecha local provenientes de Taif disponibles, pero no son de la calidad de los de Jordania y Siria, según las fuentes.