Erez Eitan, de Dvine Growers
La exportación de tomates israelíes a Europa ha disminuido mucho en los últimos años. Ahora, el mayor importador de hortalizas israelíes es Rusia, y también en el mercado local los productores pueden hacer buenos negocios.
Erez Eitan cultiva tomates cherry en el desierto de Néguev, cerca de la frontera con Egipto. Posee un invernadero de diez hectáreas en el que cultiva tomates con su propia marca, llamada Dvine Growers. Eitan está muy centrado en que su producto sea seguro, es su principal prioridad. Los resultados de sus pruebas muestran que su producto tiene un nivel muy bajo de LMR.
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Hay que empujar los carros sobre la arena del desierto.
Para la producción de cherry, Eitan ha escogido la variedad israelí Fibi. "el noventa por ciento de nuestro producto se exporta a Rusia. A Europa exportamos quizá solo diez contenedores en toda la temporada".
En el pasado, era distinto. Entonces, la mayoría de los tomates cherry se enviaban al Reino Unido y Europa, pero hace unos cuatro años creció la competencia y el productor israelí no pudo competir con la calidad de los tomates neerlandeses. "No usamos transporte aéreo y se tardan dos semanas en enviar el producto a Europa. Para cuando llegan allí, no tienen tan buen aspecto como el producto que no ha tenido que viajar desde tan lejos".
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Grupo de invernaderos en el moshav Kmehin
Otra razón es que no es rentable exportar estos tomates cherry a Europa debido al bajo precio que alcanza este producto. "En el mercado local puedo obtener como mínimo dos euros por kilo. Por supuesto, tenemos competencia, pero esta región es la mejor para cultivar este tipo de tomates y el consumidor está dispuesto a pagar un buen precio por estos tomates cherry de cultivo local".
Normalmente, noviembre es un mes malo para el productor de tomate, pero no este año. "A causa del boicot ruso, la exportación este mes va muy bien". Eitan no tiene miedo de que, una vez se levante el boicot, se le compliquen los negocios. "Especialmente en verano, el mercado local es muy bueno y creo que las compañías de importación rusas seguirán queriendo trabajar conmigo por la calidad de la marca Dvine. No quieren trabajar con las grandes compañías exportadoras, pero conmigo es distinto porque yo formo parte de lo productores de Dvine".
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Erez Eitan muestra su producción en el envase de Dvine Growers
el precio de la mayoría de hortalizas en Israel depende del precio de los tomates grandes. "El tomate grande es el rey del mercado. A todos los agricultores les gusta el tomate grande, aunque no lo cultiven. El motivo es que los israelíes consumen muchas hortalizas. Las toman en el desayuno en la comida y en la cena. Cuando el precio de los tomates grandes es alto, el consumidor no renuncia a consumir esa hortaliza y escoge otras hortalizas para acompañarla. Entonces, cuando el precio de los tomates grandes sube, todo el mercado les sigue".
Hace nueve años, Eitan construyó el primer invernadero con sus propias manos y a lo largo de los años la zona de invernaderos ha aumentado hasta una superficie de diez hectáreas. Eitan no tiene intención de crecer más. "Podemos crecer, pero yo prefiero centrarme en un producto de buena y alta calidad y en una producción elevada".