Pese a la asentada creencia de que las moscas de la fruta son una plaga significativa para los mangos del Territorio del Norte, el doctor McLennan trata de demostrar lo contrario.
La razón es sencilla. Aunque las plagas de mosca de la fruta son abundantes en los mangos amarillos maduros, las tasas de infestación en los mangos verdes desarrollados son prácticamente inexistentes. Sin embargo, los protocolos actuales no reflejan esta realidad comercial.
"Estamos tratando de demostrar que [las moscas de la fruta] no se desarrollan en el tipo de mangos comerciales cultivados en el Territorio del Norte, siempre y cuando esos mangos se recolecten en la fase de madurez correcta, que es la verde, cuando están duros", señala el doctor McLennan. "Lo que ha dado lugar a muchas normas y regulaciones en cuanto a la gestión, el control y las necesidades de la mosca de la fruta ha sido el conocimiento de que los mangos pueden ser un huésped, pero la mayoría de los datos demuestran que son un huésped cuando están en la fase blanda, amarilla y madura, no en la dura, verde y desarrollada, cuando se recolectan".
Las pruebas del doctor McLennan incluyen colocar un número concentrado de moscas de la fruta en mallas alrededor de los mangos. Incluso en estas circunstancias extremas, las investigaciones muestran que las moscas no se sienten atraídas por los mangos verdes y no depositan huevos.
"Mi trabajo durante los últimos años ha demostrado que [las tasas de infestación en] la fruta desarrollada y dura son muy bajas y, de hecho, si la hay, suele ser en la fruta manchada o dañada de algún modo, y, de todas formas, es fruta que se desecha".