"Nuestros limones han disfrutado de una alta demanda y buenos precios en todo el mercado global", señala Ayse Ozler, de Ozler. "La demanda de Oriente Próximo, Europa y Asia ha sido bastante buena, más alta que en temporadas anteriores, de hecho". Los proveedores turcos de limones suelen comenzar a exportar su fruta en septiembre, en torno a un mes y medio antes de que los limones españoles los aparten de Europa. Aunque los precios al comienzo de esa ventana de exportación normalmente parten de 0,70 euros, los precios esta temporada han rondado los 1,20 euros al principio de temporada.
"Los volúmenes del hemisferio sur han sido bajos este año debido a una helada en Argentina que redujo sus volúmenes alrededor de un 40 por ciento", explica Ayse. "La oferta sudafricana de limones también se acabó pronto, por lo que el vacío dejado en la oferta fue grande y los precios de los limones turcos han sido los más altos que hayamos visto". El cultivo turco de limón del año pasado también se vio afectado por las heladas, por lo que la demanda local ya era muy fuerte cuando se abrió la venta de exportación, lo que incrementó más los precios. Este auge temprano dio como resultado un volumen de exportación de limones turcos un 30 por ciento mayor, en comparación con el de la temporada anterior.
Ahora la situación es diferente, pues el suministro español e italiano está expulsando al cítrico turco de Europa y está haciendo bajar los precios. Sin embargo, Ayse explica que la importancia de Europa está disminuyendo para los productores turcos. La competencia de la fruta española y las estrictas regulaciones en cuanto a límite máximo de residuos ha disminuido gradualmente la cantidad de fruta que los exportadores turcos envían a Europa. Rusia solía ser un gran mercado, pero los problemas que atraviesa el país, tanto los recientes como los antiguos, lo han convertido en un destino poco atractivo para los comerciantes turcos. Las principales zonas de expansión son ahora Oriente Próximo y Asia.
"La demanda de Europa se está reduciendo, lo que podría deberse a los precios y a la promoción que consigue la fruta española", indica Ayse. "No obstante, Oriente Próximo y Asia lo han aceptado y sienten curiosidad por nuestros cítricos, por lo que la demanda ha estado aumentando, ya que están satisfechos con la calidad de nuestra fruta".