“Los importadores británicos esperan un verano de precios bajos”

La potencia de la libra en comparación con el débil euro ha hecho que aumenten las oportunidades de exportación hacia Reino Unido. “Para los importadores británicos, el producto agrícola europeo es ahora relativamente barato”, indica Johan Vrijland, de JNV Produce Marketing. Aunque, por otra parte, las tasas de cambio también están causando algo de incertidumbre. “La gente vacila a la hora de firmar contratos. Los importadores de Reino Unido esperan una importación barata para este verano, pero aún está por ver que eso llegue a suceder”.

La temporada británica de verduras de invernadero está a punto de comenzar. Los primeros pepinos británicos están ya en los supermercados locales. “El sur de Inglaterra es normalmente más temprano que nosotros”, explica Johan Vrijland, de JNV Produce. “De media una o dos semanas, sólo por la luz. Esto es aplicable fundamentalmente a los pimientos, pero también a los pepinos”. JNV Produce se especializa en el mercado británico. Los pimientos son su producto principal, pero la compañía también lleva otras verduras de invernadero.

Cultivo propio
El año pasado se llevaron a cabo varios proyectos de nuevos invernaderos de verduras en Reino Unido. “Por todas partes”, confirma Vrijland, que añade que eran en su mayoría proyectos a pequeña escala. “Más pequeños de a lo que la gente está acostumbrada en los Países Bajos”. Más notable que esos proyectos de construcción es la tendencia hacia los berries. “Fresas, frambuesas, arándanos… Los berries están de moda en Reino Unido, sobre todo en verano”. Además, los consumidores/minoristas británicos tienen cada vez más preferencia por el producto nacional.

Suministro más barato
Si se echa la vista hacia adelante, está claro que esta temporada vendrá influenciada fundamentalmente por la tasa actual de la libra. Para el producto agrícola británico eso supone más competencia, para el neerlandés, potencialmente un mercado mayor. “Podemos ofrecer el producto agrícola de forma competitiva, a la vez que los precios de los contratos básicamente no cambian para el productor. Eso es una ventaja ahora”, explica Vrijland. “O lo que es lo mismo, si hubiera sido al revés, tendríamos un gran problema en estos momentos”. Porque, incluso con la importación barata, Vrijland nota que los importadores siguen vacilando.

Minoristas
Otro problema importante para el mercado británico es la situación del sector minorista. Los minoristas del segmento medio están bajo presión. Los establecimientos de descuento ganan terreno y en el segmento alto las cosas también funcionan bastante bien. “Reciben presión desde arriba y desde abajo”, confirma Vrijland. “Y eso supone que el segmento medio se está moviendo. Los consumidores siguen yendo a las tiendas, pero para ciertos productos van a los establecimientos de descuento”. Esta tendencia también influye en el sector del producto agrícola fresco. Incluso podría ofrecer oportunidades para el producto neerlandés. “Se sigue prefiriendo el producto británico”, comenta Vrijland, “y las cadenas pagan un precio premium por él, pero a causa de la presión de los establecimientos de descuento, no es como solía ser. La presión sobre el precio es alta”.

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