La demanda de Apple Pears ha aumentado gradualmente a lo largo de los años; sin embargo, los clientes todavía se muestran un poco intimidados por la fruta exótica. Debido a la poca familiaridad de los consumidores con las Apple Pear, los métodos de cocinado o preparación de la fruta son desalentadores. "Las Apple Pear siguen siendo una fruta relativamente desconocida en el lineal de las frutas", señala Allred, "pero son muy sabrosas y crujientes, lo que a los clientes les encanta".
Kingsburg Orchards promociona las Apple Pear mediante degustaciones que permiten a los posibles consumidores probar la fruta antes de comprarla. Unos estudios independientes han mostrado que solo el 4-5% de los consumidores estadounidenses saben lo que es una Apple Pear, pero después de la degustación, el 97% volverían a comprar una Apple Pear. "Los consumidores a los que desalienta el gran tamaño de la fruta o la consistencia de su piel acaban adorándola", añade Allred.
La superficie de Apple Pear se ha mantenido estable durante los últimos quince años, así como el precio de la fruta. "Nuestro precio solo ha cambiado para adaptarse a la demanda", explica Allred. "Queremos ofrecerles a los consumidores un precio justo para una fruta de excelente calidad de consumo".
Las Apple Pear son una fruta robusta, con una vida útil de dos o tres semanas. Cuando se corta, la fruta no se oxida como las manzanas y, en su lugar, mantiene un color blanco nítido. Esta característica es útil en la restauración y en el sector de IV gama, pues la fruta no se pone negra ni marrón.
Solo el 10% del total de la cosecha se exporta, sobre todo a Canadá y México. La exportación a Asia no resulta rentable para Kingsburg Orchards, ya que el continente produce sus propias variedades de Apple Pear.
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Chad Allred
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