Gabriel Díaz juega a “Maduro Mango Attack” en Buenos Aires, Argentina, el 5 de mayo de 2015. En la primera semana desde su estreno, más de 10.000 personas descargaron la aplicación gratuita, según Google Play, la tienda online para aplicaciones de Android. | Natacha Pisarenko Foto AP
El objetivo de "Maduro Mango Attack" es acumular puntos lanzando la fruta tropical al líder socialista mientras él huye por la pantalla a ritmo de música tecno salpicada de llamados de un importante líder de la oposición para desatar su furia.
El juego estuvo inspirado por un incidente ocurrido el mes pasado cuando una mujer lanzó un mango a la cabeza de Maduro mientras él conducía un autobús entre una multitud de seguidores. Horas más tarde, Maduro mostró en la televisión nacional la fruta donde Marleny Olivo había escrito su número de teléfono y accedió a su petición de una nueva casa.
Zapatos, tartas y huevos siguen siendo los objetos más populares para arrojar a políticos en todo el mundo. Pero los proyectiles lanzados a Maduro proceden de sus seguidores y en un primer momento el presidente recibió bien la nueva tendencia, bromeando el 28 de abril al decir que "es la época del mango" y, para disgusto de sus escoltas, animó a sus partidarios a lanzarle frutas con sus peticiones de ayuda al Gobierno.
Sin embargo, más recientemente intentó ponerle freno a esta práctica. "Tienen que tener cuidado, camaradas", dijo Maduro en una manifestación por el Primero de Mayo tras esquivar una camiseta. "A veces una expresión de bondad puede convertirse en algo que no se pretendía".
Fernando Malave, uno de los creadores del juego, dijo que no quería alentar la violencia contra el presidente, sino emplear el humor para atraer atención sobre los problemas de Venezuela. Explicó que él y el otro creador del juego, Gabriel Díaz, se mudaron a Argentina en busca de trabajo el año pasado, hartos de la elevada criminalidad y las malas perspectivas de trabajo en medio de una crisis económica marcada por una creciente inflación y escasez generalizada.
Los problemas han erosionado los apoyos a Maduro, reduciéndolos a casi la mitad, desde que fue elegido presidente en 2013. Su índice de aprobación era del 28% en una encuesta de abril realizada por la empresa local Datanalisis.
"La gente está cansada y todo el mundo quiere un cambio, pero no sabe qué tipo de cambio", dijo Malave. "Esperemos que el humor, que siempre ha unido a los venezolanos, pueda aliviar parte del estrés diario".
Fuente: elnuevoherald.com