"El lado positivo de la intensa afluencia de lluvias en el verano ha permitido asegurar la campaña agrícola al contar con los reservorios de la costa norte al tope de su capacidad de almacenamiento", indicó.
Por ejemplo, el reservorio de Poechos (Piura) está lleno al 84% de su capacidad hidráulica almacenada, mientras que la de San Lorenzo (Piura) al 96%. En tanto Tinajones (Lambayeque) está llena al 96% y la presa de Gallito Ciego (Cajamarca y Lambayeque) está al 94%.
"Esto asegura las cosechas de arroz, cuya producción crecería en aproximadamente 6% este año", indicó el ministro.
El exjefe de la Autoridad Nacional del Agua, Javier Carrasco, coincidió en que este abastecimiento del recurso hídrico a los reservorios es un efecto positivo del fenómeno El Niño.
"Hace muchos años no había una recuperación de la capacidad de los reservorios, pero hubiera sido mucho mejor si los reservorios hubieran estado mantenidos y en capacidad de almacenar mayores volúmenes de agua", sostuvo.
Agregó que al estar colmatados (sucios en su profundidad) los reservorios pierden hasta una tercera parte de capacidad de almacenamiento.
En tanto el experto en temas agrarios, Reynaldo Trinidad, consideró que si hay agua se debería poner cultivos de corto período vegetativo, poco exigentes en riego y con mercado seguro, como maíz amarillo duro (importamos el 60%), sorgo granífero, menestras y quinua, pero en este caso sin abusar de los agroquímicos.
"Para desarrollar la campaña complementaria de siembras tenemos las 150.000 hectáreas de arroz que ya están siendo cosechadas en la costa. Como el arroz usa mucha agua, esas tierras quedan subhúmedas, por lo que necesitan solo 4-5 riegos para dar nueva cosecha", indicó.
Asimismo, el ministro Juan Manuel Benites aseveró que si el fenómeno El Niño se mantiene entre débil y moderado se favorecerían los indicadores de productividad de algunos cultivos tropicales.
"Si la intensidad se mantiene entre débil y moderada en los meses venideros, con la predominancia de temperaturas más altas en vez que más lluvias, se favorecerían los indicadores de productividad del café, el banano y la palma aceitera”, manifestó.
Para Reynaldo Trinidad, el exceso de calor con algo de humedad ha provocado el incremento de algunas plagas y enfermedades que prosperan con la tropicalización.
"Hay que considerar que la falta oportuna de frío normal en la presente temporada está afectando a los frutales (especialmente mango) y el cultivo de papa en la costa, que requieren de ese factor para fructificar bien (tuberizar en el caso de la papa)", explicó.
Trinidad alertó sobre otra versión más grande del fenómeno El Niño, que viene madurando en el océano Pacífico ecuatorial-central, con posibilidades de llegar a la costa sudamericana en el segundo semestre, más o menos a partir de octubre.
El ministro Benites sostiene que su sector está evaluando la posibilidad de que dicho fenómeno climático cambie de intensidad hacia finales del presente año. "Si se extiende este fenómeno hacia el final del año, ahí sí nos encontraríamos con las aguas calientes debido al aumento de temperatura normal que hay entre primavera y verano, y eso sí podría generar una situación un poco distinta donde podría haber exceso de lluvias", dijo.
El Ministerio de Agricultura y Riego está avanzando en la obras de prevención como limpieza de drenes, de cauces de ríos y acequias, además de defensas ribereñas, que permitan al norte del país estar preparado para un fenómeno de El Niño con una "intensidad distinta".
El fenómeno podría llegar a ser fuerte durante el invierno
En su último comunicado oficial emitido esta semana el Comité Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) elevó la magnitud estimada del fenómeno climático e indicó que se espera que alcance una magnitud entre moderada y fuerte en este invierno.
Señaló que las mayores temperaturas se registrarían en julio y mantuvo el estado de alerta de El Niño costero, pues el fenómeno podría extenderse hasta fin de año.
"Se espera que la onda Kelvin cálida continúe su presencia en la costa hasta junio, lo cual mantendría anomalías positivas de la temperatura superficial del mar y del aire", explicó el Enfen.
Según el Enfen, durante el otoño y el invierno el calentamiento costero no produciría efectos sustanciales en las precipitaciones por ser temporada seca, aunque no se descarta algún episodio de lluvias ligeras en Tumbes y Piura.
Fuente: Republica.pe