La cifra la reveló el organismo mundial durante el lanzamiento, ayer, de una nueva guía para prevenir el trabajo infantil en la agricultura, que ofrece instrumentos para profesionales del desarrollo, responsables de elaboración de políticas y grupos sociales.
Entre las formas de ayudar a las familias a enviar a sus hijos a la escuela en vez de exponerlos a trabajos peligrosos están la protección social, los programas para reducir la pobreza y la promoción de tecnologías que economicen el trabajo y prácticas agrícolas más seguras.
El manual para el seguimiento y evaluación del trabajo infantil en la agricultura proporciona un conjunto de instrumentos fáciles de usar, de métodos de investigación y recopilación de datos para evaluar el trabajo infantil en la agricultura y los efectos que pueden producir diversos tipos de programas de desarrollo. Además, alienta la determinación y uso de buenas prácticas para prevenir el trabajo infantil.
Ahora, la FAO reconoce que un gran número de niños participa en la agricultura familiar, lo que es ‘beneficioso’, siempre que permanezca dentro de los límites ‘aceptables’.
Esto último es evidente en Colombia, donde los niños ayudan a sus padres en labores agrícolas de recolección de cosechas como el algodón, el café o la papa, pero sin sacrificar la jornada escolar; es decir, no se trata de explotación laboral en el agro, sino de ayuda familiar en las labores agrícolas.
Sin embargo, adicional a lo anterior, el problema no es menor para Colombia, pues según el Ministerio de Trabajo, en 2014, no menos de 1.039 millones de niños se encontraban trabajando en condiciones de ilegalidad.
Vale la pena destacar que la agricultura es uno de los sectores más peligrosos para los niños en términos de víctimas mortales, accidentes no mortales y enfermedades relacionadas con el trabajo.
¿Qué es trabajo infantil?
El trabajo infantil se define como aquel trabajo que es inapropiado para la edad del niño, que afecta a su educación o que puede poner en peligro su salud, seguridad o moral.
Ahora, no todos los trabajos realizados por niños se consideran trabajo infantil. Algunas actividades pueden ayudarlos a adquirir habilidades de subsistencia y contribuyen a su supervivencia y seguridad alimentaria.
Sin embargo, gran parte del trabajo que realizan los niños en la agricultura es inapropiado para su edad, probablemente peligroso o interfiere con su educación.
Por ejemplo, un niño por debajo de la edad mínima de admisión al empleo que pastorea ganado, aplicando plaguicidas o un niño que trabaja toda la noche en un barco pesquero.
Fuente: Portafolio.co