Co-operative, el quinto mayor minorista británico de alimentación tras Tesco, Asda, Sainsbury’s y Morrisons, con 2.800 tiendas en todo el país, reducirá el precio de algunos productos hortofrutícolas como parte de su proyecto de 125 millones de libras (174 millones de euros) de reducciones diseñado para reanimar sus tiendas de conveniencia.
El minorista bajará el precio de su producto fresco hasta incluso la mitad e introducirá una nueva campaña de promoción denominada “Fresh Three”, en la que el minorista venderá una revolucionaria colección de frutas y verduras por 39 peniques (54 céntimos).
El negocio de los supermercados es parte del Grupo Co-operative, que ha vuelto a obtener beneficios tras una recuperación en sus tiendas de alimentación y la venta de sus farmacias y sus tierras de cultivo, que hicieron que la mutua se recuperase de casi la quiebra. El atormentado grupo, que incluye negocios en alimentación, seguros y servicios funerarios, publicó unos beneficios antes de impuestos de 124 millones de libras para 2014, en comparación con las pérdidas de 310 millones de libras de 2013.
Steve Murrells, director ejecutivo del segmento minorista, afirma: “Los consumidores compran de otra forma, menos cantidad y con más frecuencia, y cada vez están cambiando más la compra semanal por comprar lo que necesitan cuando lo necesitan”.
“El sector minorista de la alimentación sigue siendo muy competitivo y nosotros hemos respondido proporcionando a los clientes grandes precios y producto fresco de calidad en cada una de nuestras tiendas. Esto hace de nuestra inversión en precio la mayor para un minorista de conveniencia y da a los consumidores de todo Reino Unido la posibilidad de seguir comprando en sus vecindarios productos de menor precio”.
El segmento alimentario de Co-op pretende abrir este año 100 nuevas tiendas de conveniencia y actualizar otros 255 establecimientos.
Tras su decisión de abandonar las grandes tiendas para centrarse en las tiendas de conveniencia, la compañía reveló el mes pasado que había vendido 37 de esas grandes tiendas hasta el 3 de enero, lo que dejó la cifra de grandes superficies en 71 y la de tiendas de conveniencia en 2.079. La firma también busca impulsar su presencia en la autopista M25, donde siempre ha estado poco representada.
El año pasado, Morrisons prometió invertir más de 1.000 millones de libras en reducciones de precio durante tres años. Este mes, su nuevo presidente ejecutivo, David Potts, el anterior ejecutivo de Tesco que reemplazó a Dalton Phillips, hizo su primer movimiento en la guerra de los supermercados reduciendo los precios de 200 productos, como el pan, la leche, el azúcar y otros productos básicos.
En enero, Sainsbury’s prometió gastar 100 millones en reducir los precios de 1.000 productos este año y Asda invirtió 300 millones en bajar los precios en el primer trimestre. Después, les siguió Tesco, con sus propias reducciones de precios.
La semana pasada, la agencia de calificación de crédito Moody’s advirtió que Tesco, Asda y Sainsbury’s no podían permitirse más recortes y no verían ninguna mejora en sus ventas comparables en 12-18 meses.