El lunes, los ministros de la eurozona confirmaron el tercer rescate para Grecia. El país recibirá alrededor de 86.000 millones de euros si implementa las requeridas medidas de austeridad. El IVA se subirá y se privatizarán empresas públicas. A Grecia le esperan tiempos difíciles.
Los empresarios alemanes no parecen demasiado preocupados por la llamada al boicot. “Nos lo tomamos en serio, pero no hay motivo para el pánico. Desde el comienzo de la crisis griega se han repetido llamamientos de este tipo. Normalmente se disipan sin ningún efecto”, explica Volker Treier, presidente de la Cámara de Comercio Exterior Alemana (DIHK), al periódico Spiegel.