La Red de Alerta e Información Fitosanitaria (Raif) de la Junta ha detectado un aumento ocasional de capturas de la Drosophila suzukii en las plantaciones de frutos rojos de Huelva, a pesar de las altas temperaturas que se están registrando en la provincia en los últimos 20 días.
A pesar de este ambiente muy caluroso y, por tanto, con una baja humedad relativa, especialmente en las horas centrales del día, esta red de alerta de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural señala en su página web que la Drosophila suzukii ha mantenido, entre la última semana de junio y primera de julio, una importante actividad, como ha quedado reflejado en los registros de capturas de la red de monitoreo del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva.
Efectivamente, constata que la D. suzukii presenta unos límites de reproducción en torno a los 10 ºC y 32 ºC, pero su óptimo de desarrollo se halla entre los 20 ºC y 25 ºC junto con una moderada-alta humedad relativa, y se han alcanzado en los últimas semanas picos en torno a los 35-37 ºC.
¿Qué ha sucedido? Pues que, del 10 al 16 de junio, junto a días nublados y húmedos, aumentó su actividad significativamente y se detectaron daños generalizados, especialmente en las plantaciones de frambuesa. Por lo que el pico de capturas actual correspondería a la aparición de una nueva generación coincidiendo con el levantamiento del cultivo de la fresa y finalizando el de la frambuesa y arándano, es decir, aún con fruta disponible. De hecho, la actividad de este díptero en zonas limítrofes o de bosque está siendo baja al ralentizar las altas temperaturas su actividad.
A fecha de 1 de julio se registran los siguientes índices para la Zona Oriental: 11,3 m/m/d en el interior de los invernaderos (8,1 en anterior conteo), siendo la proporción hembra/macho del 55%/45%. El porcentaje de parcelas monitoreadas con capturas es del 100%. El máximo de capturas, desde que se inició el monitoreo en enero, se registró el día 19 de mayo con un valor de 25,2 m/m/d.
A fecha de 6 de julio se registran los siguientes índices para la Zona Occidental: 11,4 m/m/d en el interior de los invernaderos (3 en anterior conteo), siendo la proporción hembra/macho del 66%/34%. El porcentaje de parcelas monitoreadas con capturas es del 100%. El máximo de capturas, desde que se inició el monitoreo en enero, se registró el día 25 de mayo con un valor de 5,5 m/m/d.
Previsión a partir del día 15 de julio: temperaturas máximas que en los próximos 7-10 días se mantendrán en torno a los 35-37 ºC y que, unido a una disponibilidad de alimento cada vez más escasa, deberían disminuir considerablemente la actividad de D. Suzukii y el riesgo de ataque tanto en frutos rojos (prácticamente finalizada la campaña) como en otros cultivos.
Aun así, y debido a las características de esta plaga, desde la red de alerta de la Junta se recomienda su muestreo en aquellos frutos susceptibles de ser atacados. Cabe recordar que los frutos afectados por las larvas de D. Suzukii presentan una maduración más rápida. A los 3-4 días de la eclosión se colapsa la parte de la pulpa alrededor de donde las larvas se alimentan, se vuelve de color oscuro y aparece una exudación, lo que aumenta la susceptibilidad del fruto de ser infectado por hongos y bacterias que aceleran su descomposición.
Información a tener en cuenta: toda fruta recogida del suelo o sin ningún destino tiene que ser retirada y destruida, por ejemplo introduciéndola en bolsas de plástico y exponiéndolas al sol durante un tiempo suficiente. Hay que evitar la proliferación y dispersión de esta mosca.
Antecedentes
En noviembre de 2012 se detectó en Huelva la presencia del díptero Drosophila suzukii, concretamente en el área de cultivo de los fruutos rojos.
D. suzukii es una mosca del vinagre de la familia Drosophilidae muy polífaga con preferencia por los climas mas bien frescos y húmedos, pero que presenta una gran capacidad de adaptación a un amplio rango de condiciones climáticas y que, ha diferencia de otras drosófilas, posee un oviscapto aserrado que le permite atacar a los frutos sanos y no solamente a los frutos sobre madurados o dañados como es habitual en las drosófilas nativas. Es una especie de mosca que está causando graves daños en cerezas, arándanos, frambuesa, mora, fresa y frutales de hueso en las zonas de cultivo donde se encuentra.
Para recabar información sobre su desarrollo, evolución, población, número de generaciones al año, hábitats, presión sobre los cultivos, etc., a finales de 2012 se estableció, por parte del Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Huelva, una red de monitoreo en cada una de las dos zonas en las que se dividió el área del cultivo de los frutos rojos, Zona Occidental (con términos como Cartaya y San Bartolomé de la Torre) y Zona Oriental (con términos como Bonares y Moguer). Las trampas están colocadas en parcelas de frambuesa mayoritariamente, seguida de arándano, zonas boscosas y otros huéspedes.
Fuente: revistamercados.com