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Aragón

El calor reduce la cosecha de tomate rosa de Barbastro

Las elevadas temperaturas de junio, con sucesivas olas de calor, y algunas lluvias torrenciales puntuales en las últimas semanas han rebajado la cosecha de tomate rosa de Barbastro prevista al inicio de la campaña y finalmente serán en torno a 800.000 kilos los que se comercializarán este año, un 20% menos que en el 2014. Aragón es el destino del 40% de la producción, mientras que el resto se vende en Madrid, Barcelona y en las regiones del norte del valle del Ebro.

"El tomate rosa de Barbastro es un fenómeno social a nivel nacional y ha desbancado a otras variedades. Aunque tenemos un mercado tradicional, hacemos pequeños envíos a toda España", afirma Esteban Andrés, presidente de la asociación para la producción, transformación y comercialización de esta hortaliza. Esta entidad, creada por la Asociación de Hortelanos del Alto Aragón, agrupa a 70 explotaciones profesionalizadas y a otros 400 agricultores inscritos que producen para el autoconsumo, además de contar con unos 4.000 socios amigos de la huerta. Este cultivo genera 170 empleos directos en el Somontano desde que se planta la semilla, en febrero, hasta que finaliza la recolección en octubre.

Un tercio de la demanda
El objetivo de los productores es ir incrementando superficie de cultivo para poder satisfacer una demanda que crece exponencialmente cada año, ya que con la producción actual apenas se cubre la tercera parte. Así, una vez que concluya la presente campaña se estudiarán las posibilidades de crecimiento, que se estiman en torno al 30% o 35% de cara al año que viene. "Pero no podemos hacer aumentos bruscos porque este tomate es muy artesanal. Es muy delicado en todos los sentidos, requiere un cuidado personalizado y es muy costoso en mano de obra", explica Andrés.

Además de aportar conocimiento e información al agricultor para que la producción crezca, el otro interés principal de esta organización que puso en valor el tomate rosa de Barbastro en el 2008 es que llegue al consumidor el producto "autóctono". "El comprador tiene que fijarse en que lleva una pegatina que lo identifica. La temporada abarca de julio a octubre. Si está fuera de ese periodo, es un fraude", advierte Andrés. En este sentido, el tomate rosa de Barbastro cuenta con la Marca Nacional de Calidad, que otorga el Ministerio de Industria y, de momento, no se contempla obtener el sello de Denominación de Origen. "Para eso nos faltaría producción, y solo llevamos cinco años", argumenta Andrés.

El "intrusismo" que denuncia Andrés también es perjudicial para el productor a la hora de fijar los precios de venta. "Esta campaña no está siendo buena en ese aspecto, pero esperamos que mejore a finales de este mes, cuando se terminen las vacaciones y las familias retomen el consumo habitual", señala. Las expectativas iniciales en abril apuntaban a 1,25 millones de kilos, debido al aumento del 25% en la superficie cultivada. Sin embargo, la meteorología estival "ha afectado de manera negativa a las plantas, al debilitarlas, provocar una floración pobre y convertirlas en más vulnerables frente a enfermedades", detalla Andrés.


Fuente: elperiodicodearagon.com
Fecha de publicación: