El tomate es el cultivo hortícola más demandado en la Argentina, con 540 mil toneladas al año, y uno de los principales rubros facturados en supermercados, según un informe difundido por el Instituto de Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En Cuyo se produce el 70%, con ingresos por más de 480 millones de pesos. Con 5.100 hectáreas, esta región produce el 70% del total nacional, mientras que el aporte técnico del INTA para enfrentar esta industria será uno de los temas que se explicará en la muestra de este fin de semana INTA Expone Cuyo, en Pocito, San Juan.
Entre los preferidos por los consumidores, los tomates se ubican entre los principales cultivos hortícolas con mayor valor agregado en origen y de los más demandados. Cosme Argerich —técnico del INTA La Consulta— destacó la importancia económica del tomate para industria por tratarse de uno de los principales cultivos hortícolas con mayor valor agregado en origen.
"La industria consume 540.000 toneladas anuales y es uno de los principales rubros facturados en supermercados", señaló este especialista. Ya sea fresco, pelado entero enlatado, concentrado o en salsas y condimentos, el consumo del tomate se incrementa y esto se encuadra en la tendencia mundial de adquirir productos saludables y beneficiosos para la salud, al tiempo que nutritivos y de calidad, de acuerdo con el reporte. De acuerdo con Argerich, las economías regionales tienen una oportunidad gracias a la excelente calidad de la producción nacional y los buenos rendimientos obtenidos por hectárea.
Así, uno los desarrollos más destacados del INTA junto con la Asociación Tomate 2000 es la transferencia de tecnología en materia de manejo del suelo y del cultivo en general. A lo cual se suman las variedades desarrolladas junto con una mayor eficiencia del uso del agua con el riego por goteo, lo que permite que se incremente un 30% el crecimiento inicial vegetativo y un 25% el rendimiento de frutos en la producción de tomate para industria.
Por su parte, aplicar el riego por goteo también tiene sus beneficios, señaló INTA Informa, ya que esta estrategia permite obtener rendimientos superiores a los 120.000 kilogramos por hectárea —con un aprovechamiento de hasta un 95% del agua—, al tiempo de posibilitar el aprovechamiento de terrenos marginales.
Las nuevas variedades desarrolladas combinan resistencias a enfermedades con frutos resistentes al almacenaje a campo y permiten una alta productividad en la mecanización de la cosecha. A mediados del 2014 se supo que tomates a campo producen más vitamina E que los de invernadero, y lo demostró un estudio realizado por investigadores del INTA y del Conicet, publicado en la revista Nature Communications.
Comprobaron que esta diferencia sería atribuible a mecanismos "epigenéticos", relacionados con las condiciones ambientales, según se difundió.
Fuente: NA