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Aumenta la plantación de caqui en Málaga

Su color anaranjado y su sabor han cautivado a cientos de consumidores. La plantación de caquis se abre paso en la provincia de Málaga ante la elevada demanda del mercado nacional e internacional de esta atractiva fruta.

Hace cuatro años que el cultivo de caquis persimon se extendió por los campos malagueños. Una variedad que deja de lado la fruta con pulpa blanda para dar paso a un sabor y textura más atractiva.

En Alfarnate y Villanueva del Trabuco se concentra la mayor producción de este nuevo cultivo, que se extienden por 23 hectáreas repartidas a su vez por Casabermeja, Antequera y Colmenar, en las que trabajan una veintena de agricultores.

Se trata de plantaciones que han sustituido a cultivos de cereal o manzana, así como campos de chopos en la zona de Antequera.

La producción de los árboles debe esperar unos cuatro años después de su plantación. De este modo, esta será la primera anualidad en la que el cultivo de caquis comenzará a dar sus primeros frutos en la provincia.

En esta línea, la recolección de esta campaña previsiblemente rondará los 60.000 kilogramos, con una facturación cercana a los 42.000 euros.

El presidente de la Asociación de productores de Caquis del Poniente Granadino y la Alta Axarquía (Aprokaki), Juan Miguel Ortigosa, resalta la "capacidad" de las tierras malagueñas para este cultivo. Ortigosa afirma que se trata de una fruta que se adapta al clima de la zona norte de la provincia y la alta Axarquía, que se presenta como excelente campo de cultivo.

El presidente de Aprokaki destaca "el cultivo de aguacate y mango en la Axarquía, pero no todas las zonas aguantan esta variedad", por lo que señala el caqui como sustituto de estos cultivos, aunque expone el fracaso del fruto en los límites de costa.

"Este árbol no es un subtropical sino de clima más fresco. Aunque normalmente hay peligro en la zona que es más fría en primavera que es cuando el árbol florece", subraya el presidente de Aprokaki.

Se trata de una fruta que, según expone Ortigosa, puede soportar varios grados bajo cero antes de la floración, ya que "si no puede cargarse la cosecha".

La recolección del caqui acontece en octubre tras la recogida de otras variedades frutales. Un dato que ponen de relieve los agricultores para animar a otros a sumarse a este cultivo y complementar o renovar sus tierras con un fruto de gran demanda.

Así, los agricultores malagueños ven en el caqui una salida a los bajos precios de otros frutos. Y es que el precio de este manjar también es un reclamo para los trabajadores del campo, que suelen cobrar unos 70 céntimos por kilogramo, mientras que en el mercado se vende a unos dos euros. "Es un tipo de fruta que hasta ahora no ha sido muy conocida. Hasta ahora se consumía el caqui blando con cucharilla, pero la variedad persimon es más cómoda, al pelarse como una naranja", señala el presidente de Aprokaki.

La citada variedad destaca por ser considerada una fruta con "más vitamina C que la naranja", expone Ortigosa, quien apunta el asesoramiento de agricultores valencianos para el correcto desarrollo de la plantación.

Otro de los beneficios que hacen brillar a esta fruta es la gran producción de sus árboles. Y es que un ejemplar totalmente desarrollado puede alcanzar hasta los 100 kilogramos por campaña.

"La plantación es barata, cada árbol ronda los tres o cuatro euros y cada hectárea necesita unos 650 árboles", matiza el presidente de la asociación.

Por otra parte, las plagas no han destacado actualmente en los árboles plantados en la provincia durante su adaptación al terreno, siendo un cultivo que no requiere de insecticidas. De hecho, Aprokaki pretenden convertirlo en ecológico en un futuro.

Otra de las expectativas de futuro a largo plazo de los agricultores de caquis es suplir la demanda internacional. Así, Ortigosa destaca la intención de seguir los canales de comercialización del aguacate, para llevar el caqui por Europa. Un proyecto que tiene la esperanza de que abra la veda rusa para ampliar el comercio de esta fruta más allá de sus fronteras.


Fuente: laopiniondemalaga.es
Fecha de publicación: