Esta situación ha dado como resultado que los agricultores tomen ciertas medidas. Algunos han empezado a plantar menos hectáreas o se han pasado a cultivos mecanizados o menos trabajosos, mientras que otros han trasladado sus operaciones a México, donde pueden contratar a un mayor número de trabajadores.
Guadalupe Sandoval, directora ejecutiva de la asociación de contratistas del sector agrario de California, explica: "La situación ha permitido que haya una gran competencia allí, al tratar de asegurarse trabajadores adecuados. Estamos viendo viñedos arrancados y sustituidos por almendros, y ciertas variedades de pasa sustituidas por otras nuevas que se recogerán mediante maquinaria en lugar de a mano".
El número de trabajadores a jornada completa en los campos y los cultivos de EE. UU. se redujo en unas 146.000 personas entre 2002 y 2014. El descenso ha sido más pronunciado en California, que produce la mitad de las frutas, frutos secos y verduras del país. En ese estado, el número de trabajadores a jornada completa descendió en 85.000 entre 2002 y 2014. En comparación con el 15% que había en 1989 y 1991, la mitad de los trabajadores de los cultivos entre 2007 y 2009 carecían de autorización para trabajar en EE. UU.