No hubo ninguna fanfarria este fin de semana, cuando se retiró el rótulo, y así se eliminó uno de los últimos rastros de un notorio esfuerzo para llevar Chiquita a Charlotte desde Cincinnati. Carolina del Norte, el condado de Mecklenburg y la ciudad de Charlotte ofrecieron a Chiquita incentivos estatales y locales por valor de 22 millones de dólares, a pagar a lo largo de una década, a cambio de crear más de 400 empleos bien remunerados.
Sin embargo, el mal rendimiento de la compañía condujo a su adquisición en enero por parte de dos empresas brasileñas en una OPA hostil de 681 millones de dólares. Estas privatizaron Chiquita y anunciaron que cerrarían la sede de Charlotte, cuyos empleos se trasladarían a otras ubicaciones.
Chiquita se comprometió a devolver el importe de los incentivos que había recibido hasta entonces: alrededor de 500.000 dólares para la ciudad, otros 500.000 para el condado, y 1,5 millones de dólares al estado.
El fiscal municipal de Charlotte, Bob Hagemann, anunció que la compañía dispondría hasta el final del año para devolver su cuota monetaria a la ciudad.
En enero, cuando Chiquita anunció que cerraría su sede, la compañía declaró que tardarían entre un año y 18 meses en finalizar sus actividades en Charlotte.
Fuente: charlotteobserver.com