La organización agraria ASAJA ha mostrado su preocupación por los últimos acontecimientos en torno a las negociaciones bilaterales para avanzar en la adhesión de Turquía a la UE, a cuenta de asuntos totalmente ajenos al sector agrario. Este fin de semana se ha celebrado una cumbre bilateral en la que, junto a las ayudas económicas de 3.000 millones de euros, se ha apuntado a la apertura, a mediados de este mes, del capítulo económico, en el que frutas y hortalizas estarán muy presentes con toda seguridad.
ASAJA cree que estas negociaciones políticas se utilizarán “para volver a servir en bandeja el mercado de frutas y hortalizas a cambio de otros intereses”, aunque lo que más preocupa a la organización agraria es “la presunta falta de interés y la relajación en los controles que se producen en nuestras fronteras. Desde que se urdió el primer contacto con Merkel los controles son muy laxos, de forma que el mercado para los productos hortícolas turcos está en la práctica liberalizado”, señala Francisco Vargas, presidente provincial de ASAJA y responsable estatal de hortalizas de la Organización. De este modo, “la mayor presencia de productos turcos podría estar contribuyendo a hundir nuestros precios en origen, ya que las cotizaciones de tomate y sobre todo pimiento, no son normales teniendo en cuenta el nivel de producción existente en Europa”.
Almería es una de las principales productoras europeas de frutas y hortalizas, y a lo largo del último mes está padeciendo una crisis de precios en origen, que se ve agravada por una mayor presencia en los mercados de productos de países terceros como lo es Turquía, que ya tampoco puede exportar a Rusia y que, por lo tanto, destinará toda su producción hacia Europa.
La organización agraria asegura que algunos países europeos “no están controlando suficientemente estas importaciones, pues todos somos conscientes de las constantes alertas generadas por este país a lo largo del año, no sólo por sobrepasar los límites máximos de residuos de fitosanitarios, sino incluso por la presencia de sustancias no permitidas. De hecho, Bulgaria ha notificado en el último mes de noviembre 11 alertas en pimientos turcos. Consideramos que se está poniendo en juego la seguridad alimentaria de millones de consumidores europeos y se está fomentando una competencia desleal con el productor europeo que sí que debe acatar unas normas mínimas”.
ASAJA lamenta que ante esta situación los representantes políticos españoles prefieran mirar hacia otro lado, “si según el acuerdo alcanzado el pasado 29 de noviembre entre el presidente turco Erdogan y los representantes de la UE, las negociaciones del capítulo económico de este acuerdo se abren este mes, los productores necesitamos poder conocer hasta dónde llegarían las concesiones y qué medidas se prevén para compensar a los sectores productivos afectados, ya que se tratan nuevamente de decisiones políticas totalmente ajenas al sector agrario, que en cambio sí que estará en la mesa de negociación vendido a la voluntad de los intereses de los países centroeuropeos, por lo que exigimos que nuestros intereses sean defendidos con rigor”, apunta Vargas.
ASAJA-Almería tiene previsto participar esta semana y en próximos días en varias reuniones con representantes políticos tanto en el Ministerio de Agricultura como en el Parlamento andaluz, y con partidos políticos que han pedido reunirse con la asociación con motivo de las próximas elecciones generales a quienes dará traslado de esta preocupación “ante la que debemos ser previsores y empezar a adoptar decisiones de calado que sean efectivas para afrontar esta nueva situación, que parece a todas luces inevitable”, concluye la organización agraria.