Mientras que en 2011 los campos de ajos en cultivo sumaron un total de unas 67 hectáreas, este año esa cantidad ha ascendido a 136 hectáreas. Según las estimaciones del Ministerio de Agricultura, los agricultores han cosechado 2.000 toneladas de ajo este año, unas 150 toneladas más que el año pasado. En 2011, esa cifra llegó a algo más de 1.400 hectáreas.
Según el portavoz del Ministerio de Agricultura, Hynek Jordán, el incremento ha sido impulsado por una creciente demanda de ajo nacional por parte de los consumidores checos. Jordán declara a E15 que, para satisfacer la demanda, los campos de ajo deberían aumentar en torno a otras 1.000 hectáreas más.
Tomáš Kačala, que trabaja como comprador de hortalizas para los supermercados Tesco, indica al diario que los consumidores checos solían comprar variedades importadas a precios más bajos, pero que gradualmente han comenzado a preferir el ajo checo, que tiene menos dientes y un sabor más fuerte. Actualmente existen unas 25 variedades de ajo checo disponibles en el mercado.
Como resultado del auge del ajo checo, las cantidades de ajo importado han estado disminuyendo. El año pasado, se importaron 5.400 toneladas de ajo, en comparación con las más de 7.000 de 2012. La creciente cantidad de ajo checo también ha estado haciendo bajar su precio. Mientras que el precio medio por kilo era de 200 coronas en 2012, este año ronda las 130 y 140 coronas.