El Valle del Limay por esta época huele a frutillas. En plena cosecha de berries, los productores empiezan a obtener buenos rindes esta temporada. Plottier, China Muerta y Senillosa son las principales productoras, y en unos 16 establecimientos, las familias se lanzan a los camellones a juntar los frutos rojos que abastecen a una demanda creciente.
En las chacras de Plottier, frutillas, frambuesas y moras son los tres berries que predominan. Mariano Villanueva del establecimiento Viento Sur comentó: "De octubre a mayo cosechamos. Productivamente es una excelente temporada, en cuanto a precios tenemos muy buenos en el mercado interno. Lo que nos juega en contra es no saber que va a pasar en los próximos meses, en cuanto a compras de insumos y competitividad".
La primavera fría y las heladas no lograron hacer daño a estas frutas sino solo demorarlas. Como no dependen de una sola floración, siempre hay cosecha. En Neuquén hay unas 35 o 40 hectáreas de frutilla y 35 o 40 de frambuesa y mora y —en promedio— se esperan sacar por lo menos 800 toneladas en la región. El destino de los frutos será la venta en fresco y las que no califican por calibre, van a industria (ya sea de dulces, jugos, etc.).
Verónica García, propietaria del establecimiento Los García, comentó que en su caso la cosecha se atrasó 20 días pero la fruta es de buena calidad y la semana pasada ya empezaron con la frambuesa y la mora.
En las góndolas
Los frutilleros sostienen que la actividad registra un crecimiento constante. "Hay mucha demanda, sobre todo de frutillas. Antes era para un grupo selecto y ahora compran todos. Estamos tratando de imponer que en la góndola haya moras y frambuesas frescas para que la gente las consuma así, porque siempre se ofrece el congelado", contó Villanueva.
Sólo dos productores de la región lo hacen a una escala mayor, con estructuras, cámaras de frío y contenedores. En Los García, como en tantos otros, tienen una producción pequeña, hacen cosecha familiar y también elaboran mermeladas. "La demanda siempre nos supera, por eso trabajamos en conjunto con los vecinos. Tratamos de marcar el precio entre todos para que no haya competencia", dijo Verónica.
Salarios en la mira
Uno de los problemas que tienen estos establecimientos es que, quienes necesiten contratar mano de obra, tendrán que competir con el salario petrolero. "Se hace difícil competir en convivencia con la actividad y eso nos puede dar un costo más alto que en otras regiones", dijo Villanueva.
Otro fenómeno es la llegada de gente del norte. "Se sumaron trabajadores ya sea de Bolivia, Santiago del Estero u otras provincias. Son familias que se dedicaban a lo hortícola y se dedican a la frutilla porque la rentabilidad que genera es muy grande", comentó Aníbal Caminiti del Centro Pyme.
Finalmente los pequeños productores esperan que los cambios que vienen no afecten sus economías. "Se está especulando, algunos compradores no hacen pedidos porque esperan que se libere la importación. Tengo proveedores que aumentan un 30% o 40% los precios por las dudas", relató Villanueva.
Fuente: rionegro.com.ar