El Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec), ubicado en Martos (Jaén), y el Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla (CSIC) están desarrollando un proyecto para llegar a producir a escala industrial bioplástico obtenido de los desechos del tomate.
Los investigadores de ambas entidades están colaborando para poner en marcha una planta piloto que permita fabricar un material bioplástico a partir de los residuos generados en las factorías de procesado de tomate, según informa Andaltec en un comunicado.
El investigador responsable de este proyecto en Andaltec, Francisco Javier Navas, estima que se generan alrededor de 6.500 toneladas al año en España y 25.000 toneladas anuales en toda Europa de desechos, principalmente piel, fibra y semillas en la producción de tomate triturado comercial.
Mientras que por otro lado, "el mercado demanda cada vez más los bioplásticos, cuya materia prima suele tener un origen vegetal, y que suponen una alternativa con gran potencial a los materiales plásticos que se obtienen del petróleo".
Por lo que "estamos ante un proyecto que puede tener un gran potencial y muchas posibilidades para las empresas alimentarias y del sector del plástico", señala.
Los investigadores pretenden implementar a nivel semiindustrial un nuevo proceso de síntesis de bioplásticos que no comprometa el acceso a los alimentos, ya que utiliza una fuente de carbono alternativa procedente de los desechos del procesado de la planta del tomate.
El fundamento de este trabajo se sustenta en un procedimiento físico-químico desarrollado a escala de laboratorio, y patentado por el CSIC y la Universidad de Málaga, que permite obtener un bioplástico sintético que retiene las principales propiedades del producto natural, como son la hidrofobicidad, la no toxicidad y la biodegradabilidad.
"Además, el material presenta la característica especial de adherirse de manera muy eficiente al metal sin necesidad de uso de otros componentes adhesivos, lo cual puede resultar clave para el desarrollo de futuras aplicaciones", explica Navas.
Una vez demostrada la síntesis a escala de laboratorio, el reto actual es llevarlo a cabo en una planta piloto, como paso previo necesario para su futura industrialización.
Para ello, los técnicos de Andaltec y del Instituto de Ciencias de Materiales de Sevilla realizan el diseño y puesta a punto de los equipos y procesos físico-químicos necesarios para poder conseguir la producción de este bioplástico a escala industrial.
Fuente: andaltec.com / fyh.es