Durante las últimas semanas, ha habido escasez de piñas en el mercado europeo. "En la semana 28, el mercado ha estado mejorando, y continuará así al menos durante un mes más", pronostica Frank Ocampo, de Hagé International. "Las ventas de piñas suelen estancarse en verano, pero la situación ha cambiado debido a la floración natural, que ha sido más temprana y más corta. Apenas hay calibres grandes y preveo que la escasez será mayor durante las semanas 35 y 36".
"Muchos importadores no pueden completar sus programas, lo que genera una demanda inusitadamente alta. El precio de los calibres más grandes es de unos 14 o 15 euros; el calibre 8 se vende por 12 o 14 euros, y hasta los calibres más pequeños se venden a entre 11 y 12 euros", continúa Ocampo. "Parece que 2016 será un año excepcionalmente bueno para las piñas. Durante las últimas 32 semanas, solamente hemos tenido 5 semanas de déficit. El resto ha sido muy rentable".
Frank Ocampo en una plantación de piñas de Costa Rica hace unos meses.
Costa Rica controla el mercado
Por otra parte, los importadores de piñas no tienen otra opción, según Ocampo. "Costa Rica controla el mercado, seguida de Panamá. En general, los volúmenes de los países como Ecuador y Colombia no tienen la certificación GlobalGAP, y la necesitamos. Además, el tiempo de tránsito de Ecuador a Europa dura una semana más. Podríamos esperar piñas de países como Colombia dentro de unos tres años. Aparte de eso, también hay oferta de los países del norte de África, aunque producen sobre todo subvariedades que tienen una mayor coloración y menos demanda en el mercado".
No hay mucha demanda de piñas ecológicas en Hagé International. "Muchos productores dicen que la producción de piñas ecológicas, que suele ser también de Comercio Justo, está manipulada. De día, son plantaciones ecológicas y, de noche, son convencionales. Además, las piñas ecológicas son más caras que los productos convencionales, a veces hasta el doble. Con los precios actuales, no son viables", opina Ocampo, que añade que las ventas de piñas sin corona no funcionan bien, excepto en los minoristas británicos y los procesadores de hortalizas.
Aumenta el cultivo para la industria del zumo
Uno de los desarrollos más importantes de la producción costarricense de piñas es que muchos productores están pasándose al cultivo para la industria del zumo. "Está llegando una demanda muy elevada de piñas por parte de la industria del procesado. El calibre de las piñas no importa y muchos productores cobran más, especialmente por los calibres del 8 al 10, que si las destinan a la exportación, con todos los riesgos que conlleva", según Ocampo.
"Se está produciendo otra situación ahora mismo en Costa Rica, y es que los pequeños y medianos productores están desapareciendo lentamente, pues los absorben las multinacionales de piñas que intentan monopolizarlos y añadirles sus enseñas. Luchamos por seguir trabajando con los productores de piñas a pequeña y mediana escala para apoyar a este grupo y garantizar la calidad de las piñas. Para nuestros clientes, es más importante tener productos de buena calidad con las certificaciones correspondientes de comercio sostenible que tener una marca concreta".
Según Ocampo, la creciente demanda de la industria está generando más ventas, lo que es bueno para el mercado, pero también puede suponer un riesgo. "La demanda ha provocado que muchos costarricenses planten más si acaso. Esas piñas tardarán al menos un año en llegar al mercado. Esperemos que la demanda de la industria continúe aumentando, o las piñas inundarán el mercado y todos comenzarán a importarlas en masa. Entonces correríamos el riesgo de que se diera la misma situación que con los melones brasileños el año pasado".
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Frank Ocampo
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