Según John Carroll, director de Avoco, el mayor exportador de aguacates de Nueva Zelanda, los productores del país se están preparando para la mejor temporada de su historia. La empresa de Carroll espera exportar unos 3,2 millones de bandejas de fruta durante los próximos meses. En total, se prevé que 5,1 millones de bandejas, es decir, unas 28.000 toneladas, zarparán desde las costas neozelandesas, dirigidas mayoritariamente a Australia y Asia.
"Definitivamente, este año será el mayor que hayamos tenido", declara Carroll desde uno de sus huertos en la bahía de Plenty.
Su predicción de una cosecha de récord tiene en cuenta los precios y los volúmenes de exportación.
El año pasado, Avoco, que controla más del 60% del mercado de exportación de Nueva Zelanda, envió al extranjero solamente 1,5 millones de bandejas, aunque los productores se vieron recompensados con unos extraordinarios ingresos de 28 $ por bandeja.
Este año, esperan recibir unos 20 $ –bastante menos que el año pasado, aunque muy por encima de la media–, pero, dado que la mayoría de los árboles están cargados de frutas y que hay una gran demanda de puré de aguacate, se prevé que sus beneficios se disparen.
"En términos de medio a largo plazo, no hay que entusiasmarse demasiado, pero la cuestión es que la demanda de aguacates, en ingresos reales totales, está aumentando más deprisa que la oferta", afirma.
Hace unos meses, la fruta se vendía a 6 $ la unidad, pero, a medida que los productores han comenzado a recolectar y vender sus frutas en los supermercados, los precios han disminuido hasta los 2 $ en algunos puntos de venta.
Carroll concluye que, en noviembre, esa cifra podría bajar hasta 1 $.