"La calidad y el acabado de la piel son muy buenos", explica Ben Bardsley. "Los volúmenes son ligeramente inferiores a los del año pasado, lo que es una lástima. Hemos sufrido malas condiciones meteorológicas en primavera que han afectado a las frutas de hueso de todo Reino Unido, y los volúmenes de cerezas y albaricoques también han disminuido".
Las condiciones meteorológicas son buenas esta semana, con días calurosos y noches frescas, lo que, según Bardsley, es exactamente lo que necesita la cosecha de ciruelas para madurar bien.
"Comprobamos cada árbol todos los días para recolectar las frutas que ya están maduras, así que el ritmo de la cosecha depende de las condiciones meteorológicas".
"La demanda en Reino Unido es muy buena; no hay ciruelas suficientes, así que todo el mundo las quiere. Tenemos programas con supermercados y también abastecemos a los mercados mayoristas. Los precios son más altos que los del año pasado, lo que es bueno", comenta Bardsley.
La cosecha continuará hasta mediados de septiembre. Las próximas variedades que se cosecharán serán la Marjorie, la Guinavere y la Haganta. Todo parece ir bien, a excepción de la disminución de los volúmenes.