"Los calibres generales de las frutas han sido mucho mayores que los que habíamos pronosticado, lo que ha distorsionado la distribución normal de los calibres de nuestras frutas", explica Cobus van Graan, de FruitOne. "La información que nos brida el mercado es que Europa ha recibido un exceso de oferta de frutas grandes y los clientes piden frutas más pequeñas para compensar la oferta".
"Los clientes de la UE piden calibres variados y, como los exportadores vendieron muchas frutas grandes al principio de la temporada, ahora se están redirigiendo a Europa las frutas pequeñas que normalmente se destinarían a otros mercados, como Oriente Próximo. Actualmente, se está exportando muy poca fruta a Oriente Próximo, lo que ha provocado que los precios de las Valencia sean inusitadamente altos. Normalmente, el precio de las Valencia en Oriente Próximo comenzaría a un nivel normal y se reduciría de forma gradual, pero esta temporada ha pasado lo contrario".
"El resultado ha sido una mayor estabilidad en los mercados de precios fijos, menos fluctuaciones de precios y, por lo tanto, menos sorpresas", según Van Graan. De esta manera, los importadores se sienten más seguros sobre el potencial del mercado y pueden vender a precios factibles.
Rusia también ha sufrido presión, ya que este mercado, tradicionalmente, prefiere los calibres grandes y ahora está saturado de oferta por el gran calibre de las Navel y las Valencia. También ha habido frutas egipcias muy tardías en el mercado ruso, por lo que la ventana de las frutas sudafricanas se ha visto reducida.