El director de Eosta, Volkert Engelsman, está harto. Afirma que la cadena de supermercados Albert Heijn está anticuada porque ve la transparencia como "algo fatídico". El mayor comerciante de frutas y hortalizas ecológicas de Países Bajos opina que se ha perdido el principio de responsabilidad y que aplicar un impuesto a los fertilizantes y los pesticidas haría que las condiciones del mercado fueran más equitativas. Además, destaca la diferencia abismal que hay entre los precios que reciben los agricultores por sus productos y los que pagan los consumidores finales. El diario holandés Financiële Dagblad se hace eco de sus palabras:
"Eosta paga a sus productores una cantidad razonable, pero muchos supermercados, no. Así, transfieren los costes sanitarios y medioambientales a la sociedad. Los académicos lo consideran un 'defecto del sistema', pero yo creo que es inmoral", declara Engelsman al diario.