La presidenta brasileña Dilma Rousseff fue destituida ayer, para lo cual se necesitó una mayoría de dos tercios. De los 81 senadores, 61 votaron a favor de destitución y tan solo 20 votaron en contra. El hasta ahora vicepresidente Michel Temer es el sustituto de Rousseff y será el nuevo presidente hasta enero de 2019, cuando se celebren las nuevas elecciones a la presidencia de Brasil.
Según informan los medios, se habla de desacuerdo e incomprensión en el propio país, pero también en los países vecinos. Por ejemplo, el presidente de Venezuela opina que los Estados Unidos han influido en todo el proceso de destitución de Rousseff. Además, el Gobierno de Ecuador desaprueba la destitución. Según el ministro de Asuntos Exteriores, la destitución de Rousseff supone una amenaza para la estabilidad política de la región. Venezuela, Ecuador y Bolivia han retirado a sus embajadores de Brasil a raíz de esta decisión.
La prensa señala que el pueblo brasileño también está insatisfecho con la situación, en especial con Michel Temer, quien ha asumido el cargo. Un grupo de manifestantes ha roto los escaparates de varios establecimientos y destrozaron un vehículo de la policía en el centro de São Paulo. Se dice que Michel Temer ha estado envuelto en corrupción y ha sido acusado de aceptar sobornos.
En los últimos meses, FreshPlaza ha conversado con varios productores y exportadores brasileños y les ha pedido su opinión sobre la situación política. Sin embargo, hasta ahora, la mayoría quería un cambio en la cúpula. Un comerciante señala que Brasil está atravesando un momento muy difícil, pero que espera mejoras con el cambio de presidencia. Un exportador opina que Michel Temer se enfrentará al gran reto de enmendar la situación financiera y económica del país, por lo que cree que la incertidumbre va a durar un poco más en Brasil, pero espera mejoras. Un productor brasileño se muestra optimista con el nuevo presidente porque opina que, de haber vuelto Rousseff al frente del país, se podría haber entrado en quiebra.
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