Si reciben la aprobación regulatoria que necesitan, la gigantesca fusión de Monsanto y Bayer dará lugar a la multinacional agrícola más grande del mundo. Aunque esta enorme adquisición parezca sorprendente, se trata del “siguiente paso lógico” en la agitada situación en la que se encuentra el mercado de las semillas y la protección fitosanitaria, que sufre la presión de los precios, pero el papel fundamental que desempeñan las tecnologías patentadas impulsa este tipo de adquisiciones rápidas.
Durante las últimas décadas, han tenido lugar muchas consolidaciones y adquisiciones en la industria de la obtención de semillas. A continuación, resumimos algunas de las transacciones más importantes dentro de la industria de las hortalizas de invernadero.
Después de que Monsanto intentara comprar Syngenta varias veces, la empresa química estatal china ChemChina adquirió del gigante suizo de las semillas y la protección fitosanitaria en febrero de este año. Se dice que la oferta de 43.000 millones de dólares fue la compra extranjera más grande que haya hecho nunca una empresa china, aunque se ha ampliado varias veces y ahora está abierta hasta el 8 de noviembre, a la espera de que se apruebe oficialmente para concluir la transacción a finales de este año.
También este año, las dos compañías químicas más grandes del mundo, Dow Chemical y DuPont, anunciaron su fusión y fundaron la rama agrícola independiente DowDupont Agri, que ahora es la segunda mayor multinacional agrícola del mundo. Esta adquisición convirtió a los “seis gigantes” (BASF, Monsanto, Bayer, Syngenta, Dow y DuPont) en solamente cuatro (BASF, Syngenta/ChemChina, Bayer-Monsanto y DowDupont Agri).
BASF no participó en la adquisición de Monsanto y parece ser un gigante dormido, aunque tal vez tenga la vista fijada en Limagrain, una multinacional francesa que también es dueña de obtentores como HM (Harris Moran) Clause, Vilmorin, Hazera y Nickerson-Zwaan.
Pero ¿cómo es que Monsanto se ha hecho tan grande? La mayoría de propietarios de invernaderos la conocerán porque es dueña de Seminis y DeRuiter. Seminis se fundó en 1994 después de absorber Agrow Seed Company, Bruinsma y Genecorp. Bruinsma era un importante obtentor holandés y fue la primera compañía en introducir un tomate híbrido en Europa. Un año después, Royal Sluis se unió también a Seminis.
Más tarde, en 2007, Monsanto aumentó su presencia en la industria de las hortalizas de invernadero al hacerse con los obtentores europeos Western Seed, Poloni y Peotec (como parte del grupo International Seed), y su ansia adquisitiva resurgió un año después con la compra de DeRuiter por 546 millones de euros.
En 2012, Monsanto anunció que su enseña Seminis se centraría únicamente en los cultivos de campo abierto y protegidos no calefactados, y que DeRuiter sería su nueva enseña de cultivos protegidos por estructuras calefactadas, es decir, invernaderos de media y alta tecnología.
Estas son algunas de las grandes adquisiciones que Monsanto ha hecho en los últimos años para reforzar su surtido de material genético para obtener hortalizas de invernadero híbridas. Junto con muchas otras absorciones en otras industrias (como la del algodón, la de los cereales y las de muchos otros cultivos en hileras), de repente Monsanto era el dueño del 26% del mercado mundial de las semillas en 2015.
Sin embargo, Bayer “solamente” poseía el 4% de este. En cuanto a las hortalizas de invernadero, es propietario de la holandesa Nunhems desde 2002, cuando esta compañía era uno de los cinco mayores obtentores de semillas del mundo. Al igual que DeRuiter, Bruinsma y WesternSeed, era uno de los obtentores holandeses que poseía la mayor parte de los conocimientos y materiales para la obtención de hortalizas de invernadero de alta tecnología. Antes de que la absorbiese Bayer, Nunhems había adquirido a su vez a otro importante obtentor de semillas holandés, Leen de Mos. En la actualidad, Nunhems es la enseña de semillas de hortalizas de Bayer CropScience.
Bayer CropScience demostró recientemente su deseo de hacerse con más cuota de mercado cuando adquirió el obtentor de semillas indio Seedworks en junio de 2015, especializado en obtener y comercializar chilis, ocras, calabazas y tomates híbridos.
Aun así, a pesar de todas estas adquisiciones, la cuota de mercado global de Bayer seguía siendo bastante pequeña, aunque sí era el mayor proveedor de productos de protección vegetal del mundo, un mercado del que poseía un 18% en 2015. Por eso, muchos agricultores y productores temen que la combinación de Bayer y Monsanto les deje sin opciones.
Sin embargo, todas estas adquisiciones tienen un efecto secundario: las pocas compañías de semillas independientes que quedan también han experimentado un gran crecimiento. Al parecer, cada vez hay más agricultores que prefieren comprar semillas a las empresas independientes o familiares.
Rijk Zwaan, por ejemplo, es uno de los obtentores de semillas holandeses independientes con más éxito. Se vendió una vez a British Petrol en 1989, pero no tardó en volver a ser independiente y, desde entonces, Rijk Zwaan se enorgullece de serlo.
El obtentor de semillas francés Gautier Semences también es independiente y familiar, al igual que el holandés Enza Zaden, que afirma que su libertad les ayuda a tomar decisiones mejores.
Después está Axia Seeds, un obtentor holandés fundado en 2010 por los expresidentes de Western Seed (absorbida en 2007 por Monsanto). Respaldado por seis de los mayores productores de tomates de Países Bajos como accionistas (Lans, Looye, CombiVliet, AgroCare, Kesgro y Van Geest), Axia Seeds se está convirtiendo en una entidad independiente muy importante, no solamente en Países Bajos, sino también a nivel internacional.
La creación de Totam Seeds, fundada en 2010 por la cooperativa de productores holandeses de tomates Prominent, confirma que muchos productores están iniciando sus propios programas profesionales de obtención.
La cuestión es cuánto tiempo podrán seguir siendo independientes.
En todo caso, está claro que la fusión entre Bayer y Monsanto no será el final de esta oleada de consolidaciones en la industria obtentora. A medida que aumenta la población mundial, también lo hace la demanda de alimentos y la clave para satisfacerla reside en la amplia gama de material genético que poseen muchos negocios independientes de todo el mundo. Por lo tanto, se espera que se produzcan muchas adquisiciones más, especialmente en las economías emergentes de Sudamérica y el Sudeste Asiático.