Los medios chinos comunican que un hombre compró una caja de 12,5 kg de manzanas para descubrir más tarde que más de una cuarta parte de su peso lo conformaba la caja en sí, que tenía cemento entre sus dos capas de cartón y pesaba más de 3,5 kg. El hombre, apellidado Li y procedente de Wuhan, la capital de la provincia de Hubei, sintió el pasado viernes, 30 de septiembre, que la caja "pesaba más de lo que debería" tras vaciarla de manzanas, según informa Chutian Metropolis Daily. Tras arrancar la capa exterior de la caja, Li descubrió que había cemento.
La semana anterior, Li había comprado las manzanas por 88 yuanes (11,80 €) en un mercado mayorista, donde las frutas se venden a peso, continúa el diario. La propietaria del establecimiento ha declarado a la prensa que no recuerda haberle vendido nada a Li, pero alega que envasar las frutas en cajas con cemento es una práctica habitual, y que las manzanas de las cajas más pesadas se venden 0,4 yuanes el kilo más baratas que las cajas con menos cemento.
El cemento no solamente se utiliza para engañar a los clientes, sino también para evitar que las cajas se aplasten durante el transporte, según comenta otro vendedor.
Las autoridades locales afirman que investigarán el asunto.