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Celtic Cooling apunta a los mercados africano y centroasiático

Desde hace veinte años, la compañía holandesa Celtic Cooling ha estado construyendo cámaras frigoríficas y almacenamiento por todo el mundo, sobre todo en Europa, África y Asia Central (concretamente, en los países de la CEI). Su director general, Joost van Klink, habla sobre la innovación y los negocios internacionales, y hace énfasis en ahorrar energía y conservar la calidad de los productos.



Actualmente, Celtic Cooling está construyendo una cámara frigorífica en el aeropuerto de Adís Abeba, la capital de Etiopía. "Se trata de un proyecto en el que están trabajando seis de nuestros empleados permanentes y veinte externos durante un año", afirma Joost van Klink. 

Celtic Cooling posee una sucursal en Etiopía, donde lleva algunos años trabajando. "Nos centramos en Europa, África y los países de la CEI (antiguas repúblicas soviéticas), donde ofrecemos un servicio rápido si hay algún problema con nuestras instalaciones. Además de en Etiopía, tenemos sucursales en Ghana, Kenia y Dubái". En todas ellas, Van Klink colabora con los empleados locales.

Contacto con las empresas hortícolas
Sus actividades en África se basan en contactos anteriores. "Cuando comencé en Celtic Cooling, muchas empresas hortícolas holandesas que trabajaban en África nos pidieron que les instaláramos plantas, y cada vez han aumentado más".

Por otra parte, en los países de la CEI, las cosas son diferentes. Celtic Cooling está en activo en Kazajistán, Rusia y Uzbekistán, entre otros. "En estos países, los negocios se basan en las relaciones personales y los contactos, lo que significa que hay que asistir a la boda de la hija de un contacto; todo es muy cordial y familiar, pero de una manera distinta a como se hace en Europa, y lleva mucho más tiempo".

Actividad en Uzbekistán
En representación de Celtic Cooling, Van Klink ha firmado un acuerdo de cooperación con la delegación comercial de Uzbekistán en mayo de este año, junto con GMV, una organización de fabricantes holandeses de maquinaria para procesar y envasar alimentos. Celtic Cooling ya ha vendido tres plantas de IQF (congelación rápida individual) en Uzbekistán.

"En países como Uzbekistán y Kazajistán, hay mucha demanda de sistemas de refrigeración para las frutas de pepita y las 'berries' y, además, Rusia desea mejorar su autosuficiencia". Naturalmente, se trata de un mercado interesante para Celtic Cooling, gracias a los volúmenes y a las exigencias de la instalación. "La técnica para almacenar frutas es bastante compleja y muy diferente de la de las flores, que solo se almacenan durante poco tiempo. Las frutas se almacenan durante mucho más tiempo, lo que exige un excelente control de la humedad y técnicas para que se conserven frescas", explica Van Klink.

Caracterización
Construir plantas frigoríficas es algo muy exigente y, según Van Klink, ese es el punto fuerte de Celtic Cooling. "Muchos países pueden construir sus propios sistemas de refrigeración y mantenerlos, porque ya no resulta tan complicado como antes. Nosotros solo los construimos y dejamos que las compañías de esos países hagan el mantenimiento, o bien nos pasamos una vez al año para revisarlos. Queremos caracterizarnos por desarrollar técnicas más innovadoras para conservar la calidad de los productos y ahorrar energía".

Se presta mucha más atención al ahorro de energía en las plantas frigoríficas. "Suele ir de la mano de la construcción de paneles solares, aunque depende de los costes de la electricidad de cada país. En muchos países africanos, la electricidad es cara. Por ejemplo, en Ghana, un kWh cuesta 26 céntimos, mientras que, en otros países, solamente cuesta 3 céntimos".

Inversiones a largo plazo
Van Klink también señala que el énfasis en ahorrar energía está vinculado a la visión que tienen las compañías de las inversiones a largo plazo. "En África, es más difícil y costoso obtener capital, por lo que las compañías quieren recuperar su dinero rápidamente. Para las empresas europeas, es diferente, ya que están más centradas en el largo plazo, en parte porque los costes de capital son más bajos".

Innovar en técnicas para conservar la calidad de los productos y ahorrar energía es prioritario para Celtic Cooling. Se están dando muchos avances en Europa, que se aprovecharán en otros países. "En Europa, podemos probar las nuevas técnicas y monitorearlas correctamente, porque estamos más cerca de casa. Después, podemos utilizarlas en otros países. Innovamos mediante nuestros propios avances combinados con los de los fabricantes". 

Crédito
El negocio de la construcción de plantas frigoríficas y de almacenamiento maneja grandes sumas de dinero. Por ejemplo, construir varias plantas en Uzbekistán ha costado unos 20 millones de euros. Las compañías uzbekas tienen muchos problemas para cambiar su divisa por las monedas occidentales, de modo que las compañías como Celtic Cooling tienen que comprobar la solvencia de sus clientes y el papel que ejercen los bancos en la construcción. El banco uzbeko Ipak Yuli está involucrado en este proyecto y es uno de los pocos bancos del país que está conectado al sistema bancario internacional.

"Financiar estos proyectos absorbe toda nuestra atención. Utilizamos cartas de crédito, pero en los países como Uzbekistán, donde no hay una moneda libre, resulta muy difícil", explica Van Klink. Por eso, es muy importante para Celtic Cooling mantener el control y no depender de las circunstancias locales.

Celtic Cooling se manifiesta sin prejuicios en muchos países, sobre todo porque la agricultura recibe mucha atención. "Los países africanos que poseen una gran industria petrolífera, como Angola y Nigeria, están dispuestos a invertir en agricultura, ya que, como el petróleo les resulta barato, buscan otras oportunidades, o bien desean reducir las importaciones de alimentos".

Fuente: Agroberichten Buitenland

Fecha de publicación: