Argentina está promocionando los poco conocidos beneficios del limón para la salud en un intento por impulsar el consumo y las exportaciones. El director de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, dice: "Si vamos a hacer esto, no podemos permitirnos carecer de certificación. Estar certificados significa ofrecer algo que podemos decir que es intrínsecamente bueno, pero que trataremos con el mismo bueno nivel que merece".
La próxima cuestión a nivel global a este respecto será que la fruta vendida debería tener un nivel de residuos tóxicos muy bajo. "En el futuro, tendremos que encontrar un equilibro entre la calidad estética y la salud, la cual está ligada a los residuos tóxicos. Esto implica que tendremos que tener una fruta no solo hermosa en el exterior, sino que además, no tenga ningún producto químico. Nuestro objetivo es alcanzar la naturalidad", asegura.
El IDEP Tucumán apoya la apertura de nuevos mercados
Las previsiones de producción de Tucumán auguran un futuro prometedor, pero que demanda nuevas estrategias y nuevos mercados.
Por ello, el Estado y el sector privado están trabajando juntos para buscar nuevas oportunidades de comercialización para los limones. En 2015, Tucumán empezó a trabajar hacia la firma de protocolos de salud vegetal con China. El director ejecutivo del IDEP Tucumán (Instituto para el Desarrollo Productivo de Tucumán), Dirk Trotteyn, explica que se formó un comité de empresarios y funcionarios públicos que viajó a Pekín para reunirse con sus homólogos chinos con el fin de avanzar en la materia.
"Es un proceso largo y estamos trabajando en ello de forma detallada y entregada", afirma.
En el mercado asiático han empezado las negociaciones también con Japón para mejorar las condiciones y así los limones argentinos puedan soportar el largo viaje hasta el país nipón.
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