Los ministros de Comercio de la UE no fueron capaces de llegar a un acuerdo sobre los detalles del acuerdo con Canadá el martes en Luxemburgo. La decisión se ha pospuesto hasta la próxima semana.
Ziga añadió que seguía confiando en que el acuerdo con Canadá se pudiera firmar el 27 de octubre, durante la cumbre entre la UE y Canadá, como estaba programado originalmente. "Me cuesta imaginar que Bélgica sea el último escollo", apuntó Ziga, en referencia a los estrechos vínculos lingüísticos entre el país y Canadá.
Todas las miradas están puestas en Bélgica
El Parlamento regional belga de Valonia ya había impedido que su Ejecutivo concediera al Gobierno federal el visto bueno para apoyar el acuerdo. Bélgica no puede suscribir el CETA sin el respaldo de los cinco subgobiernos federales, en representación de sus regiones. El ministro de Exterior belga, Didier Reynders, subraya que su Gobierno seguirá trabajando en la búsqueda del apoyo de todos los gobiernos regionales.
El CETA es una propuesta de acuerdo de libre comercio diseñado para eliminar el 98 por ciento de los aranceles entre Canadá y la UE. Quienes se oponen alegan que debilitará los derechos del consumidor europeo, entre ellos la legislación sobre seguridad alimentaria. Los defensores del CETA afirman que este aumentará el comercio bilateral un 20 por ciento y dinamizará la economía de la UE en 12.000 millones de euros (13.400 millones de dólares) anuales.
Fuente: www.dw.com