Rusia ha adoptado más medidas para detener el incesante contrabando desde Bielorrusia, que no consigue acabar con el comercio ilegal. Hace muy poco, se interceptaron unas peras polacas. Para comenzar a exportar sus productos a Rusia, el Gobierno de Turquía debería hacerle una propuesta, pero, según las autoridades rusas, todavía no ha presentado ninguna medida.
Rusia toma medidas para detener el contrabando
Rusia se siente obligada a adoptar medidas contra el tráfico ilegal de productos vetados a través de Bielorrusia. Este país se ha convertido en un gran exportador de frutas y hortalizas a Rusia, pero las cifras muestran que se han exportado más productos bielorrusos de los que ha cultivado el país. Bielorrusia es incapaz de detener el tráfico de productos ilegales, por lo que las autoridades rusas han establecido más puntos de control en las fronteras para comprobar los cargamentos.
Desde que las autoridades tienen permiso para destruir los productos interceptados, se han destruido 8.004 toneladas de frutas y hortalizas. Para acabar con el contrabando, los inspectores rusos han viajado a los principales países que exportan a Rusia para visitar a los comerciantes.
Las manzanas son uno de los productos que más se exportan de contrabando. Dado que las importaciones se controlan estrechamente desde diciembre de 2015, este año Bielorrusia ha admitido menos manzanas y, según las cifras oficiales del país, sus exportaciones de manzanas han disminuido en los últimos siete meses. Durante ese mismo periodo del año anterior, se exportaron 4,7 veces más manzanas, lo que sugiere que el país está acabando con el contrabando de manzanas. Muchos lotes se transportan acompañados de documentos falsificados que, en algunos casos, indican países de origen que ni siquiera cultivan manzanas. Desde que las autoridades rusas controlan mejor los envíos, se está dando una tendencia a la baja en el contrabando de manzanas.
Fuente: Rosselkhoznadzor
Sin embargo, el flujo de productos ilegales todavía no ha terminado del todo. El 20 de octubre, se interceptó un lote de peras en el punto de control de Dolostsi, en Rusia occidental. Aunque los documentos afirmaban que las frutas procedían de Bielorrusia, los inspectores descubrieron que, en realidad, las 19 toneladas de peras eran polacas, por lo que las destruyeron.
Rusia espera la propuesta de Turquía
La semana pasada, interceptaron también un lote de uvas turcas, compuesto por 576 kilos, que también destruirán. Según las autoridades rusas, Turquía tiene que acelerar sus esfuerzos por retirar las restricciones comerciales entre ambos países. Este mismo mes, después de las negociaciones que anunciaron el fin del veto, ambos países acordaron que Turquía propondría varias medidas para garantizar su seguridad fitosanitaria, una propuesta que las autoridades rusas todavía no han recibido.
En primavera, Rusia anunció un veto a los pimientos, las granadas, las berenjenas, las lechugas, las lechugas iceberg y las calabazas de Turquía, y alegó problemas fitosanitarios. En enero, Rusia también cerró sus fronteras a las naranjas, las mandarinas, las uvas, las manzanas, las peras, los albaricoques, los melocotones, las nectarinas, las ciruelas, las fresas, los tomates, los pepinos, las coliflores, el brócoli y las cebollas amarillas de Turquía, entre otros productos. Por último, el 10 de octubre, Erdogan y Putin, los presidentes de ambos países, acordaron retirar parcialmente el veto y, un día después, Rusia emitió un decreto según el cual permitirá de nuevo las importaciones de naranjas, mandarinas, albaricoques, melocotones y nectarinas.