España: Una máquina que revoluciona la gestión y venta de tomate
Así, hace poco menos de un año, se planteó en junta la idea de hacer una fuerte inversión en una máquina calibradora de tomate, para así ganar en la presentación del producto y ser más competitivos. Meses después, los 45 socios que componen actualmente la cooperativa aprobaron por mayoría en junta extraordinaria la adquisición de dicha máquina.
De este modo, el pasado mes de mayo comenzaba a funcionar esta apuesta por la tecnología que supuso una inversión que rondó los cien mil euros en una máquina que Andalucía solo tienen la cooperativa Las Virtudes de Conil y dos más en Almería.
"La función principal de dicha máquina es la de clasificar el color y el calibre del producto de manera que se pueda presentar diferenciado al consumidor. Además, criba los que están picados o podridos, o el que tiene tuta (insecto que deteriora al fruto)", afirma Alfredo Gutiérrez, encargado de su gestión.
Todas estas distinciones las consigue gracias a una tecnología muy avanzada que dispara 80 fotos por segundo, llegando a calibrar hasta 15.000 kilos en una hora. Aunque el sabor es el mismo, indistintamente del color y el calibre, estos aspectos sí que suponen un valor añadido a la hora de definir el precio del tomate. De ahí la importancia de calibrar.
El tomate más económico es el del calibre 40 (conocido popularmente como estrío), después está el de calibre 25 –que supone en torno al 70 por ciento de la producción palaciega–, el calibre 20 y, por último, el 18, que es el más espectacular en color y tamaño, siendo el más cotizado.
También existe una diferenciación en los clientes que demandan cada tomate en función de los criterios antes mencionados. En Andalucía Occidental el tomate más solicitado es el del calibre 18, mientras que en Mercamadrid o Mercasa (Barcelona) se decantan por el 25.
Otro punto importante a la hora de dar salida al tomate de los 45 socios que componen Parque Norte y de los más de 70 agricultores colaboradores es el mercado de Perpignan. Cientos de miles de kilos llegan cada año hasta tierras galas para ser luego distribuidos a numerosos puntos de Europa, sumando en total una producción de más de dos millones de kilos anuales.
A pesar de ser aprobada unánimemente en junta, lo cierto es que en abril esta máquina levantó serias suspicacias entre los agricultores más veteranos de la cooperativa, al no encontrar rentabilidad en dicha inversión.
Sin duda, un sano debate que supone un cambio generacional en la forma de entender la agricultura en el siglo XX y lo que supone hacerlo en pleno siglo XXI. Hoy día, y después de seis meses de funcionamiento, la voz de la experiencia que en su momento cuestionó esta las nuevas tecnologías, muestra ahora sabiduría al coincidir en lo bueno de las mismas.
La importancia del color
Joaquín Durán "Chico", jefe de ventas de la cooperativa, defiende así los nuevos procedimientos: «"No tiene nada que ver la presentación de una caja de tomates de aquí con la de una caja donde van camuflamos todo tipo de calibres y colores, que lo que hace es engañar al cliente, provocando la consiguiente insatisfacción. En cambio, con este método, cuando nuestros clientes sepan que lo que demandan es lo que van a recibir, conseguiremos fidelizarlos".
"Lo que buscamos con esta inversión es provocar un cambio en la mentalidad de nuestra agricultura, adquirir la modernización que hoy día exigen los mercados, mucho más rigurosos", admite el gerente José Manuel Gómez.
Fuente: Abc