Como se había reportado anteriormente, los precios de importación para esta fruta han decrecido significativamente en las últimas seis semanas, pero los precios en las góndolas se mantienen al mismo nivel. “Los supermercados europeos se encuentran con precios de venta en góndola altos, mientras que a nosotros nos ofrecen precios bajos, lo que ocasiona que la fruta sea almacenada por más tiempo que el acostumbrado”, afirmaron productores argentinos.
Una de las desventajas a las que Argentina y Uruguay se tienen que enfrentar son los tiempos de tránsito, los cuales son muy prolongados. Los exportadores de la región comentan la situación: “En estos momentos, más que nunca es fundamental desarrollar los envíos marítimos, para ahorrar costos en los fletes y minimizar la pérdida. Lo ideal sería que las navieras contaran con contenedores disponibles, siendo este un problema grave al no haber stock de los mismos en origen. Asimismo, requerimos la mejora en lo tiempos de tránsito, para poder utilizar intensamente esta opción y ser más competitivos”.