Según FruitTop, se calcula que Europa consumirá 300.000 toneladas de mangos en 2016, por lo que cada vez hay más espacio para los mangos africanos en el mercado europeo, donde uno de cada seis mangos procede de África. Latinoamérica sigue siendo el mayor proveedor de la UE, con 460.000 toneladas; especialmente Perú, con 70.000 toneladas.
La temporada todavía no ha terminado, pero se estima que se exportarán 50.000 toneladas de mangos de Costa de Marfil, Senegal, Malí, Burkina Faso y la República de Guinea a Europa. En apenas unos años, Costa de Marfil ha conseguido duplicar sus exportaciones al continente europeo hasta las 30.000 toneladas, y 1 de cada 10 mangos procederá de este país.
Estas cifras son todo un logro, especialmente si se tiene en cuenta la amenaza de la mosca de la fruta, un problema que ya no preocupa tanto a los productores latinoamericanos porque Estados Unidos, su mercado principal, ha impuesto directamente a los proveedores un tratamiento por frío contra este insecto.
En Europa no hay ninguna medida parecida, y los cargamentos infectados se detienen normalmente al llegar al continente. Sin embargo, el número de incidencias se está reduciendo, sobre todo gracias a Costa de Marfil, que ha erradicado la plaga con los insecticidas y las técnicas de prevención que ha desarrollado.
Este año, solamente hubo dos casos de cargamentos infectados que se detuvieron al llegar a la UE, frente a los 62 que hubo hace dos años. Senegal, por su parte, ha pasado de 11 cargamentos infectados en 2014 a solamente dos, de las 8.500 toneladas que ha exportado en 2016.
El harmatán (un viento caluroso, seco y polvoriento que sopla en África Occidental) también ha eliminado gran parte de los parásitos en los últimos dos años. Por el contrario, Malí y Burkina Faso no se han beneficiado de estas condiciones meteorológicas, y han sufrido más casos de cargamentos infectados, aunque el experto Pierre Gerbaud, de Cirad, sugiere que podría deberse a las dificultades del contexto político.
En Europa no hay ninguna medida parecida, y los cargamentos infectados se detienen normalmente al llegar al continente. Sin embargo, el número de incidencias se está reduciendo, sobre todo gracias a Costa de Marfil, que ha erradicado la plaga con los insecticidas y las técnicas de prevención que ha desarrollado.
Este año, solamente hubo dos casos de cargamentos infectados que se detuvieron al llegar a la UE, frente a los 62 que hubo hace dos años. Senegal, por su parte, ha pasado de 11 cargamentos infectados en 2014 a solamente dos, de las 8.500 toneladas que ha exportado en 2016.
El harmatán (un viento caluroso, seco y polvoriento que sopla en África Occidental) también ha eliminado gran parte de los parásitos en los últimos dos años. Por el contrario, Malí y Burkina Faso no se han beneficiado de estas condiciones meteorológicas, y han sufrido más casos de cargamentos infectados, aunque el experto Pierre Gerbaud, de Cirad, sugiere que podría deberse a las dificultades del contexto político.