Un informe de la ONU insta a tomar medidas para detener el declive de estos polinizadores imprescindibles, ya que muchos cultivos diferentes se están volviendo cada vez más difíciles de producir por la falta de abejas. Esta disminución podría disparar los precios y obligar a los productores a invertir en otros cultivos para compensar las pérdidas.
Las últimas estadísticas señalan que los polinizadores ahorran a los agricultores británicos unas 700 libras al año (más de 800 €), por lo que merece la pena intentar poner fin al problema antes de que se vuelva más grave.