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Los atentados terroristas provocaron daños económicos a Bélgica
"Hace algunos años, los lichis todavía iban y venían"
"Los consumidores belgas han tardado mucho tiempo en comprender que los aguacates se tienen que tomar maduros y que no hay que guardarlos en el frutero durante semanas. El consumo de Hass 'ready-to-eat' por fin está aumentando, una tendencia que también se ve en los supermercados. Creo que, en la actualidad, se consume aproximadamente la misma cantidad de aguacates de piel verde que de Hass, cuando, hace unos años, la cuota de los Hass era solo del 10%", explica Jan Vermeiren, de Exofi.
Los Hass cuestan el doble
Vermeiren señala que los aguacates se importan de España y de México. "España está sufriendo demasiadas lluvias, así que tenemos que trabajar con no menos de cinco agencias navieras para recibir la cantidad suficiente. Las variedades verdes Bacon y Fuerte son de España, y los calibres del 14 al 18 se venden a unos 7 €, mientras que los Hass vienen de México y se venden por el doble".
Lichis
En general, el mercado está bastante calmado y estable, según Vermeiren. "Es un periodo extraño, especialmente para los productos españoles, ya que tenemos cierta escasez de algunos de ellos por las lluvias y las inundaciones". Las vacaciones de Navidad se acercan, pero todavía no se reflejan en las ventas. "Hace algunos años, los lichis todavía iban y venían de forma aleatoria, pero ya no, porque todos los comerciantes tienen sus productos y sus clientes permanentes y se dan menos cambios. Por otra parte, los clientes cada vez compran menos volumen y es difícil conseguir clientes nuevos. Además, gracias a la globalización, hay más opciones, aunque algunos países, como Kenia o Tailandia, siguen teniéndolo difícil para importar, y ese es el punto fuerte de los importadores".
Atentados terroristas
Los atentados terroristas que sufrió Bélgica en marzo todavía afectan al comercio. "El enorme daño económico es evidente en todo el país. Muchos países también desaconsejan viajar a Bélgica, así que el turismo ha disminuido, algo que se nota especialmente en Bruselas y en otras ciudades grandes, donde los hoteles y los restaurantes reciben menos clientes que otros años. Además, sigue habiendo soldados patrullando por las calles, lo que asusta a la gente. Creo que seguiremos sintiendo el impacto durante mucho tiempo".