La temporada de hortalizas marroquíes comenzó a principios de noviembre. Durante las primeras semanas, no se envía mucha oferta a Países Bajos, pero Peter Smets, de Smets Food Trading, está extremadamente ocupado, ya que, este año, ha creado una línea directa de exportación de Marruecos a Rusia junto con René Kraaijeveld.
"Hay un volumen considerable", comenta Smets sobre el desarrollo del mercado ruso en la semana 48, cuatro semanas después de comenzar la temporada. Smets ofrece toda la gama de hortalizas: pimientos, tomates, calabacines y muchas más, y tiene planes de ampliar su surtido con cítricos. "Queremos comenzar poco a poco e ir fortaleciéndonos".
Control estricto
Smets y Kraaijeveld se turnan para volar a Agadir y controlar la producción, algo necesario, según Smets. "Si no lo hiciéramos, los marroquíes se relajarían demasiado con los pedidos". Smets sabe, por las anécdotas de sus clientes y por su propia experiencia, que los contenedores de Marruecos pueden contener sorpresas. A veces, los exportadores añaden productos de otro color, de otro calibre o incluso un volumen completamente diferente. "Hay que estar encima de ellos para que no pase".
Ambos holandeses han establecido varios puntos de control en todo el proceso para asegurarse de que los productos cumplan los requisitos, pero todo el tiempo que dedican a revisar los envíos les sale a cuenta, ya que cada día reciben más pedidos. "Los importadores rusos también están hartos de las sorpresas en los contenedores", afirma Smets, "pero quien hace negocios con nosotros sabe que el contenedor tendrá lo que ha pedido".
Comercio con Rusia
El año pasado, Smets exportaba a Rusia a través de Perpiñán, donde un juez inspeccionaba los cargamentos marroquíes. "Trabajábamos con 20 o 30 camiones semanales, lo que estaba bien, así que decidimos trasladarnos más cerca del origen". Por eso, este año, Smets ha iniciado una línea directa entre Agadir y San Petersburgo. "Al enviarlos directamente, no tenemos que almacenar los productos y llegan a San Petersburgo en 8 días".
La situación económica en Rusia es problemática, y, desde que se anunció el veto en 2014, el flujo de comercio no se ha vuelto más sencillo. Para colmo, el país sufre una recesión, así que, para cubrir estos riesgos, Smets Food Trading dispone de tres opciones para las empresas rusas. A algunas, les pide que paguen por adelantado. "También hay compañías que se pueden asegurar, así que cubrimos así los riesgos", explica el exportador. La tercera opción se basa en la experiencia de Kraaijeveld, y solamente se ofrece a los contactos buenos y de confianza: pagar en el momento de la entrega.
Temporada positiva
Los productos marroquíes llegarán también a Países Bajos dentro de unas semanas. "Por ahora, todavía hay muchos tomates holandeses y belgas de buena calidad, así como algunos pimientos, y España también está en el mercado", continúa Smets, que tiene buenas expectativas para esta temporada. Después de tres semanas de buenas condiciones meteorológicas, las temperaturas cayeron en la semana 48 y llovió un poco. "Hacía falta, pero se refleja enseguida en los tomates", explica Smets. Aunque el mercado ruso demanda tomates más verdes, se percibe un ligero cambio en los precios. "Ahora hay entre 25 y 30 grados en Marruecos, unas condiciones casi perfectas para el cultivo".
El Gobierno de Marruecos invierte mucho en mejorar el sector y ha desarrollado un programa especial, pero, aun así, Smets se pregunta si no se estará invirtiendo demasiado rápido en el cultivo y teme que las plantas de envasado se estén quedando atrás. "A veces, visito las plantas de envasado que tienen buenas máquinas modernas", concluye, "pero también hay otras plantas que están muy por debajo de las otras, y creo que habría que resolver ese problema primero".
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Peter Smets