A finales de junio, la empresa sufrió un ciberataque que afectó a sus buques y causó la desactivación de sistemas informáticos en varios puertos en los que opera Maersk alrededor del mundo, obligándoles a permanecer inactivos.
Una interrupción grave
"Este cierre causó una interrupción de nuestro negocio durante este período, con un efecto financiero limitado en el segundo trimestre, pero enorme en el tercero debido a la pérdida de ingresos", publicó AP Møller-Maersken en sus cuentas.
Sin embargo, la empresa no se confía y es muy consciente de que pueden ser atacados de nuevo en el futuro.
"Obvio que volveremos a estar en el punto de mira y puede que nos vuelvan a atacar de nuevo en el futuro, los puntos débiles de los sistemas se pueden encontrar en internet", dijo Søren Skou, presidente ejecutivo de Maersk, según Politiken.
"Estamos trabajando también en soluciones para controlar la situación de mejor manera, así, si algo así vuelve a suceder, podemos evitar que sea un problema global, que se quede en algo local".
fuente: cphpost.dk